3.7. Brecha digital de participación
El c
uarto estadio del empoderamiento digital, el de la e-participación, implica que la persona c
uenta c
on un nivel de apropiación de las TIC adecuado, y es c
apaz de utilizarlas para participar en las esferas social y pública c
on el ánimo de tener un mayor protagonismo en la toma de decisiones y en la transformación de su entorno. El desconocimiento del uso exigido de las TIC para determinadas acciones, o la incapacidad de participar en determinados c
anales (problemas de accesibilidad, por ejemplo), son solo algunos de los motivos que pueden generar una importante brecha digital, privando de igualdad de oportunidades a determinados c
olectivos a la hora de poder ejercer su derecho a la participación a través de las TIC.
En la actualidad, c
onvergen varias situaciones que nos deben invitar a la reflexión. Por una parte, un c
reciente malestar social que ha reavivado la necesidad pública de alzar la voz y exigir una mayor transparencia en la gestión y una mayor participación en la toma de decisiones. Por otro lado, un movimiento internacional en el que se promulga la apertura de los gobiernos, la transparencia, y la puesta en marcha de nuevos mecanismos y recursos que favorezcan la participación c
iudadana.
Casar estos dos c
auces no resulta sencillo. Por una parte, porque modelos de éxito de un c
ontexto no tienen porqué funcionar en otro, y por otra parte, porque es necesaria una c
ultura participativa que favorezca el empoderamiento de la c
iudadanía.
A la hora de afrontar el análisis de la brecha digital de participación, hemos identificado algunas c
uestiones que entendemos imprescindibles para tratar de identificar las barreras y, por tanto, poder plantear recomendaciones de mejora. Se trata de:
Las primeras c
ifras al respecto no son especialmente alentadoras. El 37,4% de la población encuestada declara que le gustaría participar más. Esto significa que el 60,6% de la población vasca encuestada no muestra interés en practicar una mayor participación. Una participación en la que, en el c
aso de aquellas personas que sí desearían participar más, un 39,9% preferiría que fuera a través de Internet, frente a un 28,6% que apuesta por los c
anales presenciales.
Entre la población inmigrante que reside en Euskadi, el porcentaje de personas a las que les gustaría incrementar su participación en las esferas social y pública asciende hasta un 75,1% (una diferencia a su favor de unos 35 puntos porcentuales respecto a la población no inmigrante). Una participación que, en c
ontraste c
on la de aquellas personas no inmigrantes, está mucho más orientada al beneficio social en vez que al beneficio personal.
Siguiendo c
on este hilo de análisis, encontramos una de las c
laves en una c
ifra reveladora: el c
olectivo de inmigrantes es uno de los que, en mayor medida, percibe que su participación resulta al final de poca utilidad.
(Ilustración 7)
Personas de 16 y más años usuarias de Internet según percepción de utilidad (personal o c
olectiva) de su participación y población inmigrante (%), 2012
Elaboración propia a partir de datos de la encuesta sobre apropiación de las TIC y e-participación del Ararteko, 2012.
Esta afirmación, que en principio podría resultar totalmente c
ontradictoria c
on el resto de datos aportados anteriormente, pone de manifiesto la existencia de un c
hoque entre el interés, el deseo de participar y nuestra percepción sobre su utilidad. ¿Tal vez por falta de transparencia en los procesos de participación? ¿Falta de información sobre el impacto que produce nuestra participación? ¿Limitación de los c
anales disponibles actualmente?
Estas afirmaciones podrían ser trasladadas perfectamente a la participación, a la de toda la vida, a la que no lleva la “e” delante. ¿Qué papel juegan entonces las TIC en la participación c
iudadana?
La investigación pone de manifiesto que un mayor uso de las TIC (por ejemplo, un mayor uso de Internet) tiene una relación directa c
on una mayor voluntad de participar, una mayor percepción de la utilidad de esta participación, y un incremento en el objetivo de lograr el beneficio social y participar en la toma de decisiones c
omo principales motivaciones a la hora de participar. Por tanto, parece que sería totalmente desaconsejable dar la espalda a esta oportunidad. Analicemos por tanto otra de las aristas de la participación que resulta imprescindible: la disponibilidad de c
anales para participar. ¿Cuál es el estado del arte de los medios y c
anales habilitados por las administraciones vascas1 para facilitar la participación c
iudadana a través de los canales digitales?
Con c
arácter general, podemos destacar algunos de los errores más c
omunes y que desde el enfoque seguido en este informe entendemos c
omo barreras para la participación c
iudadana a través de dichos canales:
como externo) que va a seguir (responsables de
cada fase, etc.).
ciudadanía en el proceso participativo.
cómo están siendo tratadas, quién y dónde,
cómo se van incorporando a la toma de decisiones…).
ciudadanía participante pueda evaluar el proceso de participación y exponer abiertamente aquellos aspectos a mejorar o a incorporar en futuros procesos.
cómo evoluciona, e incluso, si fuera necesario, proponer nuevos procesos participativos para su reorientación en
caso de que esta fuera necesaria.
Así pues, los datos nos orientan a la hora de redactar las recomendaciones para el fomento de la e-participación hacia un horizonte en el que habría que poner en marcha nuevas acciones de difusión y divulgación; visibilidad de buenas prácticas sobre participación c
iudadana que se están llevando a c
abo actualmente o la c
reación de la figura de mentores para la e-participación, encargados de dinamizar la participación desde lo local a través del uso de las TIC, para trabajar las posibles barreras derivadas de aspectos c
omo la voluntad y motivación de participar, o la utilidad de la participación.
Igualmente, se desprende la necesidad de hacer hincapié en la ejecución de medidas que incrementen y garanticen las posibilidades de participación c
iudadana a través de las TIC a todas las personas, a través de acciones para la garantía de la accesibilidad y usabilidad en los c
anales habilitados; el aprovechamiento de la penetración social del móvil para el desarrollo de nuevos servicios de m-government; así c
omo el desarrollo de un marco estratégico y normativo que garantice el derecho a la participación de la c
iudadanía (tanto desde el Gobierno Vasco, c
omo desde las diputaciones y ayuntamientos) a través de la redacción de planes directores, estrategias y normativas (ley, decreto, reglamentos) en la que se regulen los objetivos de forma c
lara y c
oncisa de la participación c
iudadana, los mecanismos que serán habilitados, c
ómo será su gestión, el papel de las TIC o las garantías de recursos para sus sostenibilidad.
1 Datos referidos al análisis de las administraciones públicas invitadas a c
olaborar durante el proceso de investigación, debidamente detallado en el apartado metodológico del presente informe extraordinario.