6.2. Enfoque teórico: el continuo en el empoderamiento digital
El enfoque bajo el que se realiza este informe extraordinario sobre E-inclusión y participación en las esferas social y pública a través de las TIC en Euskadi parte de un modelo teórico de “empoderamiento digital” (de adopción de las TIC) que posiciona a la totalidad de la población en un continuo que aborda cuatro posibles estadios en relación con la preparación técnica y la apropiación de las tecnologías que realiza la ciudadanía de Euskadi.
Así, en este modelo teórico queda reflejada la totalidad de la población desde aquella excluida de la sociedad de la información (no e-incluida) hasta quien utiliza las TIC como instrumento para participar, de forma plena, en la vida social y política (e-participación). Para ello se establece una escala con 4 estadios diferenciados que, de forma esquemática, agrupan a quienes:
(Ilustración 14)
Continuo de evolución de empoderamiento digital
A. Estadio 0- Infoexclusión: No utilizan herramientas tecnológicas o lo hacen en escalas mínimas. Se encuentran en una situación de infoexclusión (o e-exclusión). Se trata de personas que carecen de acceso a infraestructuras tecnológicas o de conocimientos para su utilización o que las perciben como algo ajenos sin posibilidad de realizar ningún aporte a sus intereses personales.
B. Estadio 1- E-inclusión incipiente: Realizan usos estándar de las tecnologías (se comunican, acceden a información a través de la web…). Son perfiles de uso correspondientes a la web 1.0, de consumidores. Conciben las tecnologías como instrumentos específicos para aspectos concretos de su vida profesional o personal.
C. Estadio 2- E-inclusión: Realizan uso más avanzado de la tecnología digital, apropiándose de las TIC participando de forma más activa en la construcción de la SI. Usan las TIC, obteniendo un alto beneficio de ellas, aprovechando gran parte de su potencial, son prosumidores, es decir, realizan aportaciones a la sociedad de la información en forma de contenidos propios construyendo y colaborando, para lo cual es primordial conseguir que vayan avanzando en el uso de las TIC y conectando con sus necesidades. Tienen conciencia del potencial de las TIC como elemento que mejora sus condiciones vitales y de que, además, contribuyen a su empoderamiento social.
D. Estadio 3- E-participación: Aprovechan la apropiación de las TIC que han realizado, ejercen su empoderamiento para tomar parte activa, a través de herramientas tecnológicas, en la vida social y política. En definitiva, ejercen su derecho a participar en la vida pública, en la toma de decisiones sobre su municipio, región… siendo proactivas, iniciando procesos (de abajo arriba), participando en procesos iniciados (de arriba abajo), etc.
Debe tenerse en cuenta que el establecimiento de un estadio 0 responde a la consideración de una evolución en el aprovechamiento de las tecnologías tanto en la esfera privada como en la pública y, por tanto, su inexistencia provoca la necesidad de establecer un estadio previo (0) que refleje estas circunstancias.
En la transición entre los diferentes estadios existen condicionantes que determinan la posición de la ciudadanía en uno otro así como en su ubicación en una (o varias) situaciones de “brecha” (que explicitaremos a continuación). Algunas de estas variables se han señalado anteriormente: la edad, el nivel educativo, la situación profesional (especialmente en cuanto a los ingresos), la diversidad funcional o, incluso, el género. Corresponde al análisis posterior que se incluye en este mismo informe señalar, concretamente, cuáles son así como cuál es la situación de la población vasca en relación a cada una de ellas. En el siguiente gráfico se muestra cómo pueden afectar algunas de ellas:
(Ilustración 15)
Variables que condicionan el posicionamiento en estadios
Como puede observarse en las ilustraciones anteriores, existe cierta superposición entre los estadios debida a la amplitud de los estadios en función de qué variables se tengan en cuenta durante la aplicación del modelo teórico. Así podrán establecerse diferencias, dentro de un mismo estadio, en función de dichas variables (edad, nivel educativo…) pero también en relación con la frecuencia, calidad y tipo de usos; las diferentes habilidades digitales (e-skills) que se requieren; el número y tipología de productos o servicios utilizados; el objetivo perseguido o, incluso, la percepción de la propia situación con respecto a las TIC.
El posicionamiento en uno u otro estadio supone coloca a la población en una situación de “brecha digital”, es decir, de desigualdad entre los miembros de una misma población. Se hace necesario, entonces, establecer diferentes tipos (o niveles) de brecha25 acordes con la evolución descrita. Cada una de las brechas que se relacionan a continuación incluye, evidentemente, las de “nivel superior”:
(Ilustración 16)
Brechas y niveles de empoderamiento digital
En cualquier caso, la evolución del empoderamiento digital es, y como tal debe ser utilizado, un aliado para la justicia social, es decir, un apoyo en los procesos más amplios de inclusión y promoción social. Debe ponerse especial énfasis en aquellos colectivos que están en situación de riesgo social o de exclusión social prescindiendo de modelos más centrados en lo tecnológico que se basan en datos cuantitativos relacionados con el número de personas que se encuentran en un determinado tipo de uso (en cuanto a cantidad y diversidad de aplicaciones utilizadas o la frecuencia de uso) yendo hacia el despliegue de modelos que pongan el foco en la mejora de las condiciones y la calidad de vida de las personas, especialmente cuando estas se encuentran en riesgo de exclusión por cualquier motivo.
Se trata, entonces, de avanzar, de sentar las bases para la puesta en marcha de acciones que tomen como punto de partida las necesidades e intereses de la ciudadanía, en las que las personas están implicadas desde el propio diseño, participando en todo el proceso para desarrollar alternativas innovadoras con alto potencial de impacto real en los diferentes espectros de la vida cotidiana: el empleo, la salud, los servicios sociales… Se trata de lograr un modelo de sociedad inclusiva y, por tanto, e-inclusiva en igualdad de condiciones para toda la población, en la que toda la ciudadanía esté capacitada y empoderada para tomar sus propias decisiones en cuanto a cómo aprovecha esas ventajas, en relación con cuál es su participación (activa, pasiva o “en ocasiones una y en ocasiones otra”) en la sociedad a la que pertenecen, es decir, en la sociedad de la información y el conocimiento actuales en la que las TIC son un elemento inherente.