II. Ante esta situación de creciente desprotección cómo se posiciona el movimiento social vinculado con la Coordinadora
No es fácil describir de forma exhaustiva qué conduce a las personas inmigrantes a la situación en la que hoy día se encuentran; ni tampoco es sencillo acercarse a las posibles soluciones. Lo que sí es importante es partir del reconocimiento del movimiento social y su articulación en red como un elemento fundamental para mantener la orientación colectiva de los intereses globales y su capacidad de introducir en la agenda política lo que considera de interés público.
Tal y como comenta Pedro Ibarra
(2011, pág. 193) “(…) hay democracia cuando existe de forma habitual una serie de prácticas colectivas –espacios públicos, deliberativos– en las que los ciudadanos construyen y definen con los gobernantes –en confluencia o en conflicto– el interés o intereses colectivos”.
Así pues, Harresiak Apurtuz pretende ser ese espacio de cohesión que aglutine a las entidades del ámbito de las migraciones y a través de la cual se pueda tener una interlocución con la Administración que conlleve resultados positivos para las personas inmigrantes.
Si pensamos pues en la forma en que el movimiento social vinculado con las migraciones y que se aglutina en torno a Harresiak Apurtuz intenta atajar la situación de crisis del Estado social, podría organizarse la respuesta en dos dimensiones:
• Como entidad de segundo nivel:
– Diagnosticando: de forma permanente y, por tanto, cambiante para que los resultados obtenidos sirvan de base a los procesos de denuncia que se realizan.
– Participando en los espacios de gobernanza: porque son en estos lugares comunes con la Administración donde se realizan acciones de incidencia directa y donde se discuten las reformas que afectan a las personas inmigrantes. Tal y como comenta Pedro Ibarra
(2011) el tejido asociativo aporta a estos espacios públicos las agendas, ideas, deliberaciones y voces. “En ese espacio público se construye autonomía política, y en él se lleva a cabo un proceso razonado y colectivo de construcción y definición de un bien público político” (Pedro Ibarra
. 2011, pág. 202).
– Denunciando públicamente: a través de campañas que permitan poner en conocimiento de la población en general la situación de vulnerabilidad que vive el colectivo inmigrante y la violación de sus derechos más fundamentales, partiendo de la base de la ciudadanía inclusiva.
– Incidiendo y sensibilizando: reclamando la responsabilidad pública de los diferentes niveles del gobierno (local, foral, autonómico y estatal), en la garantía del bienestar de todas las personas y, por tanto, de parte de su ciudadanía (las y los inmigrantes); al tiempo que sensibilizando a diferentes niveles de la sociedad, de forma tal que se incida en los prejuicios, estereotipos y rumores que existen en torno a la inmigración.
– Y por último, pero no menos importante, trabajando en red: conjugando esfuerzos con otras redes y plataformas del ámbito de la acción social. En palabras de Pedro Ibarra
, generando capital social, actuando de forma cooperativa, las personas y las asociaciones.
• No obstante, las propias asociaciones del primer nivel, que conforman Harresiak Apurtuz tienen sus propias estrategias para atajar la situación de crisis actual y contribuir con el sostenimiento del Estado social, a saber:
– Tejiendo sinergias entre ellas: para aunar recursos materiales y superar los recortes presupuestarios. Los mismos que están afectando la contratación de recursos humanos y el mantenimiento de servicios dirigidos a las personas más desatendidas.
– Atendiendo a las población más desfavorecida: aunque lamentablemente no con el aumento de los servicios sino con el ajuste de los perfiles de atención para dar cabida en los programas a las y los más necesitados.
– Participando en la recogida de información: que luego se traslada a la red de segundo nivel para fortalecer las campañas de denuncia pública.
– Participando en los espacios de trabajo abiertos por la Coordinadora: tanto en aquellos más concretos como en los espacios de interlocución con la Administración.
– Participando en los espacios de movilización y denuncia: llevando la información a las y los usuarios de sus servicios, como a la población en general. También procurando la participación de estas personas en las movilizaciones que se preparan desde el segundo nivel y desde otras plataformas de reacción social.
Sobre todo, vale la pena rescatar que desde los dos espacios, desde el segundo y el primer nivel, se trabaja por:
• El reconocimiento de las personas inmigrantes como sujetos de derechos: por lo que se evita tratarles como usuarias y usuarios; y se intenta integrarles directamente en las acciones que se emprenden, desde el propio diseño de las mismas. No obstante, aumentar la implicación del colectivo inmigrante continúa siendo un reto que se explicitará más adelante.
• El acercamiento al colectivo inmigrante y su realidad desde el reconocimiento de sus derechos: como parte de la ciudadanía. De ahí que el enfoque prioritario de Harresiak Apurtuz y las entidades que la conforman esté orientado hacia la promoción del concepto de la ciudadanía inclusiva y desde la provisión de las protecciones sociales para todas y todos, en igualdad de condiciones.
• Lo que conduciría a la necesaria inclusión activa: desde el empoderamiento, desde el reconocimiento, desde la percepción del fenómeno de la inmigración como un elemento estructural de la sociedad y no coyuntural, que amerita de cada vez más políticas de asentamiento integradoras; y no solo de políticas de integración normalizadoras.