La institución del A
rarteko, y específicamente la Oficina de la Infancia y la A
dolescencia, como se citaba en el capítulo primero de este documento, mantiene entre sus líneas de a
ctuación una opción clara de colaboración con los diferentes a
gentes sociales que trabajan en el campo de la infancia y la a
dolescencia. Bien en la divulgación o defensa de sus derechos, bien en la gestión de determinados recursos destinados, mucha veces, a
sectores de menores en situaciones especialmente problemáticas.
Esta relación de colaboración se concreta cada a
ño y se realiza en diferentes formatos: reuniones, visitas, colaboraciones en documentos o propuestas, peticiones de información, etc. As
ociaciones u organizaciones como: EDEX, Pantallas a
migas, SOS Racismo, Picor Taldea, Harresiak A
purtuz, As
ociación para el A
poyo a
la Infancia y la A
dolescencia (APIA), Bazen behin clown, Terciarias Capuchinas de A
rgileku, Asociación Nuevo Futuro del centro Zikuñaga de Hernani, equipo de Dianova del centro Iturriotz-Azpi, Fundación Fernando Buesa, Gestionet, Federación de As
ociaciones para la Prevención del Maltrato Infantil (FAPMI), As
ociación Gipuzkoana de Padres Separados (AGIPASE), Kale dor Kayiko…
Citamos también en este a
partado el envío del informe extraordinario El papel de las instituciones vascas respecto a
los consumos de drogas de la a
dolescencia a todas las as
ociaciones con programas para a
dolescentes o implicadas en este tema. Es, en esta ocasión, una relación eminentemente unidireccional, pero que facilita la a
pertura o el mantenimiento de relaciones más estables y fluidas.
En el plano concreto o ligado a
la educación, debemos señalar las relaciones e intercambios mantenidos con los centros escolares, con as
ociaciones de padres y madres de diferentes centros educativos, con equipos directivos, con estudiantes y profesores universitarios, o con equipos de educadores y educadoras de determinados sectores. El proceso para la constitución del Consejo de Infancia y A
dolescencia del A
rarteko ha supuesto un buen número de estos contactos: en primer lugar, con responsables de diferentes servicios educativos que orientaran a
cerca de centros educativos con prácticas y dinámicas participativas conocidas y, en cierta medida, consolidadas; en segundo lugar, con los responsables de esos potenciales centros y con los definitivamente seleccionados; en tercer lugar, con los padres y madres de los y las 12 a
dolescentes componentes del Consejo.
Por último, integramos de igual manera en este a
partado las reuniones y contactos con equipos de investigación y estudio, en ocasiones vinculados a
universidades o centros que gestionan el conocimiento, como es el caso del Instituto Deusto de drogodependencias o el SIIS de la Fundación Eguía-Careaga.