5.4.4. Buenas prácticas
Este último apartado pretende terminar el análisis de la información con una nota positiva, de confluencia entre los diferentes agentes consultados. Las conclusiones extraídas apuntan a que hay dos líneas divergentes, una las de las personas y entidades que defienden sus derechos como consumidoras, y otra, la de las empresas, y que para paliar los problemas, fallos e incumplimientos legales que se pueden estar dando, es necesario, entre otras medidas, buscar puntos de unión, de interés común. De ahí que rescatemos aquellas opiniones que nos pueden servir de ejemplo y guía en esta línea.
Como la historia de Esther, en que, a pesar de la quiebra de la empresa, esta se hizo cargo de la devolución prácticamente inmediata del dinero que habían pagado. Cosa que, por ejemplo, en el caso de Aritz, nunca ocurrió. La valoración de Esther sobre la actitud de esa oficina, de ese personal, es muy positiva, a pesar de que la empresa les hubiera aguado su viaje de bodas justo una semana antes de producirse.
"La agente se disculpó muchísimo, y dijo que había puesto todos los medios para que nos devolvieran el dinero. Antes de una semana me habían devuelto la mitad, y al final todo. (…) Te llevas el susto, pero se portaron muy bien. Antes y todo de que me devolvieran todo, cuando ya me habían devuelto la mitad, me hubiera quedado satisfecha".
Es importante la resolución del problema, pero sobre todo, el tratamiento que se les ha dado a las personas afectadas. Incluso Esther afirma que se hubiera conformado con menos dinero. Lo que valora es la disculpa, la asunción de la responsabilidad de solucionar el asunto que en todo momento sintió.
Asimismo, otra vía interesante es el trabajo conjunto que se puede realizar entre las empresas y las entidades de defensa, y no es algo utópico, puesto que Lucía, de la empresa de Telecomunicaciones, explica que en ocasiones han prestado asistencia personal a las OMIC, para que entiendan algunos problemas tecnológicos relacionados con reclamaciones que están trabajando, y dichas reclamaciones pueden ir dirigidas a su empresa, o a otra diferente. Esa relación que tienen con las entidades, debido al tratamiento diferenciado que dan a las reclamaciones que provienen de estas, ayuda a desentrañar problemas.
Dar a conocer estas buenas prácticas puede ser un ejercicio de visibilización orientado a modificar la opinión de las personas. Pero es importante que dichas prácticas sean reales, sistemáticas y que supongan un compromiso firme por parte de las empresas.