PRESENTACIÓN
Es para mí un placer presentar un año más el informe anual del Ararteko, en el que damos cuenta de las actuaciones de esta institución a lo largo del año 2011, ofreciendo igualmente una visión de la situación general de los derechos humanos en la Comunidad Autónoma Vasca.
En aras de maximizar la calidad y difusión de nuestro trabajo, hemos apostado por la difusión prioritaria de este material en formato electrónico o digital, empleando tanto el CD-Rom como los enlaces al sitio web del Ararteko. Al igual que hicimos el año pasado, este informe y la información en él contenida están sujetos a licencia creative commons (open data), herramienta que permite su libre acceso y reutilización.
Junto con el informe anual, publicamos de forma separada el informe de la Oficina de la Infancia y la Adolescencia, con la finalidad de destacar así su autonomía y especial relevancia dentro del trabajo de esta institución por la defensa y promoción de los derechos de los menores.
Hemos hecho un gran esfuerzo por sintetizar los contenidos de las 29 áreas de trabajo del Ararteko, intentando facilitar el uso específico de aquellos contenidos o secciones que puedan ser más interesantes para los lectores. En el informe damos cuenta de las relaciones de la institución del Ararteko con las organizaciones sociales, sin cuya complicidad nuestra labor sería mucho más complicada y sin lugar a dudas menos fructífera.
A lo largo de 2011, hemos elaborado las líneas básicas de un Plan Estratégico del Ararteko como concreción de los Objetivos Programáticos para el periodo 2010-2014. También hemos elaborado un Plan de Gestión para el año 2012 que contempla un conjunto de acciones encaminadas, entre otros objetivos, a implantar una Carta de Servicios, agilizar al máximo la tramitación de expedientes de queja y consulta, y consolidar la Oficina de la Infancia y la Adolescencia como referente en materia de derechos de niños y niñas en Euskadi.
No es sino nuestra eficacia la que explica la confianza depositada en el Ararteko por las personas que acuden a presentarnos sus quejas o consultas. En consecuencia, en la presentación de actividades ponemos el acento en el impacto positivo de nuestro trabajo. Este impacto es fruto de un diálogo franco y constructivo con las administraciones públicas, que se traduce en cambios normativos y en políticas públicas, y en última instancia en la mejora de la vida de las personas.
Constatamos que lamentablemente en demasiadas ocasiones las administraciones requeridas no atienden con la debida celeridad a la petición de información del Ararteko, o responden de manera manifiestamente insuficiente (véase capítulo IX). Todo ello repercute negativamente en el derecho de la ciudadanía a una buena administración. Un año más, me veo obligado a apelar a las administraciones públicas a que se muestren abiertas a dialogar de forma fluida y productiva con el Ararteko. Estoy convencido de que con ello se mejorarían notablemente los servicios públicos y el sistema de garantías de que son acreedores las personas que residen en la Comunidad Autónoma Vasca.
Junto a la gestión de quejas y consultas, y el análisis de las políticas públicas, es cometido de la institución del Ararteko alimentar una cultura de los derechos humanos en Euskadi. 2011 será recordado como el año en que, tras décadas de barbarie, ETA anunció el cese definitivo de su violencia armada. Tras demasiados años de amenazas, asesinatos y coerción, se respira por fin un aroma de esperanza. Sin embargo, queda mucho trabajo por hacer. Los derechos humanos nos proporcionan los mimbres necesarios para reconocer y ayudar a reparar el daño producido a las víctimas, construyendo así una narración sensible al dolor de las personas que han sufrido abusos. La solidaridad con todas las víctimas es un imperativo categórico para la construcción de una sociedad vasca cohesionada y con la mirada puesta en el futuro.
Lamentablemente, 2011 también ha sido un año en el que la crisis económica se ha hecho notar con mayor intensidad, cargando especialmente sobre las espaldas de las personas y los colectivos más vulnerables. El aumento considerable del número de quejas en relación con derechos sociales recibidas por el Ararteko es buena muestra de las dificultades por las que está pasando buena parte de la población vasca. Los derechos socioeconómicos forman parte de la columna vertebral de la dignidad humana, por lo que el avance progresivo en la materialización de estos derechos debe ser una prioridad en la confección de las políticas públicas. Es precisamente en tiempos de crisis económica cuando la actualidad de los derechos económicos y sociales cobra su máximo significado.
2011 ha sido testigo del renacimiento de una nueva forma de movilización ciudadana, especialmente entre la juventud, comprometida con más democracia, más libertad y más derechos sociales. Este movimiento global se ha hecho notar particularmente en Oriente Medio y el norte de África, donde ha sido protagonista del derrocamiento de regímenes autoritarios en países como Túnez, Egipto o Libia. Pero también hemos sido testigos de efervescentes manifestaciones populares en otros países, como Chile, Israel, Grecia, Estados Unidos… y Euskadi, así como otros lugares del Estado. Debemos observar con ilusión y esperanza esta ola de movilización social. Una ciudadanía comprometida es un ingrediente imprescindible para avanzar en democracia y cohesión social.
Iñigo Lamarca Iturbe
ARARTEKO