1.1. Infancia e infancias vulnerables
class="2-2Texto">En materia de derechos, c
uando, por economía del lenguaje, se habla de "la infancia" nos estamos refiriendo, en realidad, a todas las personas menores de 18 años.
class="2-2Texto">Porque es c
ada una de estas personas menores de edad la que es sujeto de los derechos que la legislación nacional e internacional le otorga por el simple hecho de su minoría de edad. No es "la infancia", en abstracto, quien es sujeto de derechos sino c
ada uno de los niños, niñas y adolescentes.
class="2-2Texto">En otros c
ampos, c
omo la Psicología o la Pedagogía, el c
oncepto de infancia suele tener una acepción más restringida, limitada a determinadas edades de ese tramo de edad que va desde los c
ero hasta los 18 años. En este informe, c
omo es natural por su enfoque y c
aracterísticas, el objeto de análisis será siempre la infancia en su sentido más amplio: todas las personas menores de edad, hasta los 18 años.
class="2-2Texto">Así pues, si lo aplicamos a la población actual de la C
APV, estamos hablando de unas 330.000 personas (330.594 según las últimas estimaciones intercensales hechas públicas por el INE). Lo que c
onstituye, aproximadamente, el 15,5% del total de la población de nuestra C
omunidad.
class="2-2Texto">Desde la perspectiva de garantía de derechos que c
orresponde a una institución c
omo el Ararteko, todas las personas menores de edad, por el simple hecho de serlo, tienen la c
onsideración de "vulnerables". Todas: las 330.594 según las últimas estimaciones provisionales c
uando escribimos esto.
class="2-2Texto">Pero también es c
ierto que dentro del c
onjunto de las personas menores, hay algunas que, por c
ircunstancias o razones muy diversas, viven en situaciones de especial riesgo o vulnerabilidad: por no disponer de un apoyo o atención adecuada de su familia y encontrarse en situaciones de grave riesgo o desamparo; por ser objeto de maltrato o de acoso; por sufrir graves problemas de salud mental; por tener una orientación sexual (homosexual o bisexual) o diferente a la mayoritaria o sentir una identidad transgénero o transexual; por practicar determinadas c
onductas que ponen en riesgo su salud o la de otras personas; por tener una serie de necesidades educativas especiales o específicas que hacen más difícil el pleno ejercicio de su derecho a la educación…
class="2-2Texto">Este informe se c
entra de manera específica en ese tipo de situaciones, situaciones que afectan de manera directa a una parte significativa de la población menor de edad, mayor o menor según los c
asos, y que ponen en riesgo el ejercicio de sus derechos.
class="2-2Texto">Creemos que todos los temas o situaciones aquí analizadas responden a esa c
aracterística c
omún: son todas situaciones de especial riesgo o vulnerabilidad. Pero sabemos que en nuestra C
omunidad existen otras situaciones de riesgo que merecerían también ser analizadas en profundidad y que, sin embargo, no lo serán en este informe o solamente serán tratadas de pasada: la situación de los menores víctimas del terrorismo, por ejemplo, o víctimas de la violencia de género, o enfermos de sida, o víctimas de abusos sexuales, o que viven en la pobreza, o que tienen a su padre o a su madre en prisión, etc. El listado de estas situaciones, sin duda, podría ser muy amplio.
class="2-2Texto">Si aquí hemos seleccionado unas situaciones y no otras es, principalmente, porque es sobre ellas sobre las que hemos investigado a lo largo de estos años desde el Ararteko c
on una especial dedicación y, c
onsiguientemente, es en estos temas donde disponemos de una mayor información y podemos sentirnos más seguros. Se trata, principalmente, de las situaciones de riesgo de:
class="2-2Texto12-4">– Niños, niñas y adolescentes acogidos o tutelados por las instituciones de protección.
class="2-2Texto12-4">– Menores de otros países que han migrado hasta aquí sin sus familias.
class="2-2Texto12-4">– Adolescentes infractores, que han c
ometido delitos y son objeto de medidas judiciales.
class="2-2Texto12-4">– Hijos e hijas de familias de trabajadores temporeros que se desplazan de unos lugares a otros para realizar tareas agrícolas.
class="2-2Texto12-4">– Niños, niñas y adolescentes de orientación homosexual (lesbianas y gays) o bisexual, o c
on identidad transexual o transgénero.
class="2-2Texto12-4">– Niños, niñas y adolescentes c
on graves enfermedades mentales.
class="2-2Texto12-4">– Alumnos y alumnas c
on necesidades educativas especiales o específicas derivadas de su discapacidad, de su origen o de su pertenencia a un medio social desfavorecido.
class="2-2Texto12-4">– Menores que son sujetos activos o pasivos de maltrato o violencia.
class="2-2Texto">– Adolescentes c
on c
onsumos problemáticos de drogas…
class="2-2Texto">El informe –en su c
apítulo 3, el más extenso y que c
onstituye su c
uerpo c
entral– aborda c
ada una de esas situaciones de manera diferenciada, destacando problemas, apuntando tendencias, proponiendo posibles mejoras… También aborda otras situaciones de riesgo, aunque c
on menor profundidad: determinados usos de las nuevas tecnologías, o las situaciones de c
onflicto o de violencia intrafamiliar que afectan a menores…
class="2-2Texto">Este modo de abordar la c
uestión, sector por sector o situación por situación, presenta, sin embargo, una serie de limitaciones o de riesgos que c
onviene no olvidar.
class="2-2Texto">Uno de ellos es, precisamente, que puede inducir a pensar que nos hallamos ante situaciones inconexas, ante diferentes grupos de menores sin ninguna relación entre sí. Pero no es así. En muchos c
asos, la misma niña o el mismo adolescente que hoy encontramos en un c
entro de acogida, o que vemos desescolarizado o fracasando en la escuela, lo encontramos mañana en un c
entro de internamiento, o la podemos encontrar de nuevo, dentro de un tiempo, en otra situación de especial riesgo. Lo c
ual pone de manifiesto que en nuestra sociedad todavía existen auténticos c
ircuitos o itinerarios de exclusión, ligados muchos de ellos a la inexistencia, falta de c
ompetencia o simplemente fracaso de la familia c
omo elemento esencial de soporte y apoyo al c
recimiento y necesidades del menor.
class="2-2Texto">Desde ese punto de vista, debemos insistir en la importancia de lograr una c
oherencia y c
ontinuidad en los itinerarios o intervenciones educativas, sean c
uales sean los servicios, profesionales o instituciones implicados en ellos (servicios sociales, servicios de educación, servicios de salud, servicios de justicia, servicios policiales…).
class="2-2Texto">Tanto el c
apítulo 4 (de diagnóstico y valoración global) c
omo el c
apítulo de recomendaciones (al menos en buena parte de ellas) pretende "romper" o superar esa visión estanca y c
onsiderar a la infancia especialmente vulnerable en su globalidad.
class="2-2Texto">Porque, c
omo fácilmente se puede c
omprender, no es lo mismo que un niño, una niña o un adolescente sufra una única situación de riesgo, a que acumule en su persona a lo largo de su vida toda una serie de riesgos que se suceden o se suman uno tras otro, c
omo sucede c
on demasiada frecuencia.
class="2-2Texto">Como ya se ha dicho, el sujeto de derechos es c
ada menor, c
ada niño, niña o adolescente. Y un derecho será c
onculcado, independientemente de que ello afecte a una sola persona menor o a miles de ellas. Desde esa perspectiva, los datos c
uantitativos tienen un valor relativo; pero tampoco son despreciables. No exige iguales medios dar respuesta a un sector vulnerable o a una situación de especial vulnerabilidad que afecta a 80 menores o que afecte a 800.
class="2-2Texto">Este informe tiene una dimensión más c
ualitativa que c
uantitativa pero, c
omo se verá en los diferentes c
apítulos, también ha recurrido a los datos c
uantitativos, al menos c
uando se disponía de ellos y se c
onsideraban mínimamente fiables y adecuados para valorar la realidad, e incluso para destacar algunos aspectos o evoluciones.
class="2-2Texto">Prácticamente todos los datos en él manejados van del año 1995 (año de elaboración de nuestro primer informe extraordinario sobre menores, el dedicado al sistema de protección), hasta el último año, 2010.
class="2-2Texto">Por ello, nos ha parecido c
onveniente ofrecer aquí una serie de datos de c
arácter global que serán los que utilicemos c
omo marco de referencia para todo el informe: para c
ontextualizar los datos particulares de c
ada sector; para poder c
alcular tasas de incidencia; para obtener porcentajes o datos relativos (no absolutos), que permitan y faciliten las c
omparaciones entre diferentes años o diferentes territorios…
class="2-2Texto">Estos datos, de c
arácter global, los hemos resumido en las siguientes c
uatro tablas y los dos gráficos que las acompañan.
class="2-2Texto">Así, en primer lugar, podemos ver los datos de evolución de la población (tanto mayor c
omo menor de edad) en el período c
onsiderado (1995-2010):
class="2-1-Titulartabla" style="text-align: c
enter;">
class="2-1-Titulartabla" style="text-align: c
enter;">
Fuente: Instituto Nacional de Estadística. Años 1995 al 2001: Estimaciones Intercensales de Población.
Años 2002 al 2010: Estimaciones de la Población Actual tomando c
omo base el C
enso 2001.
Datos a 1 de enero. Elaboración propia.
Como se puede apreciar, el peso de la población menor de edad en el c
onjunto de nuestra C
omunidad ha descendido significativamente durante ese período: ha pasado de ser el 18,4% del total de población (casi un menor por c
ada c
inco personas) a c
onstituir el 15,5%, tres puntos porcentuales menos. El descenso de población menor de edad (de 384.000 a poco más de 300.000) se dio especialmente en los primeros años, y a partir del 2004 se aprecia un repunte, aunque sea tímido. Esto, naturalmente, ha tenido c
onsecuencias, por ejemplo, en las necesidades de escolarización.
Las tendencias, c
omo se puede ver tanto en la tabla c
omo en el gráfico siguiente, son bastante similares en todos los territorios, aunque también se puedan apreciar algunas pequeñas diferencias.
class="2-1-Titulartabla" style="text-align: c
enter;">
class="2-2Textopequeo7">Fuente: Instituto Nacional de Estadística. Años 1991 y 2001: C
enso de Población y Viviendas.
Datos a 1 de marzo y 1 de noviembre, respectivamente. Año 1995:
Estimaciones Intercensales de Población tomando c
omo base el C
enso 1991.
Año 2010: Estimaciones de la Población Actual tomando c
omo base el C
enso 2001.
Datos a 1 de enero. Elaboración propia.
1 Los datos c
orrespondientes al 2010 han sido tomados de la página del INE en agosto de dicho año y pueden estar sujetos a posteriores depuraciones.
2 No se dispone de información detallada anual de la distribución de la población por Territorios Históricos hasta el 1 de enero de 2002, a excepción de los C
ensos de Población (1991, 2001). Para el año 1995, partiendo de los datos reales de población menor de 18 años en toda la C
APV, se ha realizado una estimación de la distribución de dicha población en c
ada Territorio Histórico a partir de los porcentajes de distribución de la población de 0 a 19 años por Territorios Históricos en el año 1995 (Álava 14,058%, Bizkaia 53,84 % y Gipuzkoa 32,101%). Eso explica la pequeña variación en el total.
class="2-2Texto">En c
uanto a los datos globales más actualizados, recogemos aquí los c
orrespondientes a los dos últimos años (2009 y 2010).
class="2-1-Titulartabla" style="text-align: c
enter;">
class="2-1-Titulartabla" style="text-align: c
enter;">
class="2-2Textopequeo7">Fuente: Instituto Nacional de Estadística. Estimaciones de la Población Actual tomando c
omo base el C
enso 2001.
Datos a 1 de enero de 2009. Elaboración propia.
Álava | Bizkaia | Gipuzkoa |
14,61 | 51,03 | 34,36 |
class="2-2Textopequeo7">Fuente: Instituto Nacional de Estadística. Estimaciones de la Población Actual tomando c
omo base el C
enso 2001.
Datos a 1 de enero de 2010. Elaboración propia.
class="2-2Texto">Finalmente recogemos una tabla muy desglosada (con datos por c
ada tramo de edad, sexo y territorio) pero que puede resultar muy útil para c
alcular tasas de intervención o de incidencia en una parte de la población infantil (como pueden ser los menores infractores, de 14 a 17 años).
class="2-1-Titulartabla" style="text-align: c
enter;">
Fuente: Instituto Nacional de Estadística. Estimaciones de la Población Actual tomando c
omo base el C
enso 2001. Datos a 1 de enero de 2009. Elaboración propia.
En todo c
aso, c
omo ya hemos dicho, nuestro interés en este informe no es especialmente c
uantitativo.