4. Derechos sociales
4.1. Protección de la familia. Protección de los derechos de las y los menores
Art. 39.1 y 4 de la Constitución Española
"1. Los poderes públicos as
eguran la protección social, económica y jurídica de la familia".
"4. Los niños gozarán de la protección prevista en los a
cuerdos internacionales que velan por sus derechos".
La familia constituye la base de referencia de la mayoría de las personas y juega un papel protagonista para la a
tención a
menores, mayores o personas en situación de necesidad especial, enfermedad o dependencia. La evolución de la familia tradicional hacia otros modelos de familia, como las familias monoparentales, homoparentales, separadas o reconstituidas, merece una a
tención específica para promover su plena igualdad.
Por otra parte, es necesario impulsar la a
tención a
las familias numerosas, ya que pueden necesitar un mayor a
poyo de los poderes públicos para cubrir sus necesidades. En este sentido, consideramos necesario una especial protección de las familias monoparentales y estimamos conveniente que este tipo de familias, cuando tengan dos hijos/hijas, se equiparen a
las familias numerosas, como sucede ya en la legislación estatal.
Es necesario también potenciar con mayor intensidad el a
poyo económico a
las familias numerosas, no sólo con a
yudas directas, sino también con medidas fiscales.
Además, hay que superar las barreras a
dministrativas formales que a
ún subsisten en relación con las familias monoparentales y las parejas y los matrimonios homosexuales, que a
fectan especialmente a
la cumplimentación de impresos y formularios, que no se han a
doptado a
la nueva realidad social y jurídica.
La especial situación de las familias monoparentales debe ser tenida en cuenta para la concesión de beneficios económicos que se crean para las familias, en á
mbitos como el a
cceso a
los polideportivos municipales u otro tipo de a
yudas o bonificaciones fiscales.
Es preciso a
bordar medidas de a
poyo a
la conciliación de la vida laboral y familiar de los y las trabajadoras a
utónomas que en estos momentos no tienen cobertura en la normativa vigente.
También es necesario que las normas reguladoras de las condiciones de trabajo del personal de las a
dministraciones públicas incluyan medidas para la flexibilización y reordenación del tiempo de trabajo, dirigidas a
facilitar la conciliación de la vida laboral y familiar, y solventar dudas interpretativas que se suscitan en la normativa vigente.
La institución del A
rarteko se ha pronunciado a
favor de la corresponsabilidad parental en parejas separadas. A
tal efecto, ha solicitado a
los poderes públicos que, en la medida de sus competencias, insten las modificaciones legislativas necesarias para favorecer como opción más deseable, en casos de separación y divorcio, que el cuidado de los hijos e hijas comunes sea ejercido por a
mbos progenitores mediante la denominada "custodia compartida", salvaguardando, en todo caso el interés prioritario de los menores.
En otro orden de cosas, queremos llamar la a
tención sobre la situación de los menores en a
quellas familias en las que existe violencia de género.
En relación con el á
mbito de la infancia en riesgo o situación de desprotección, es necesario que, en especial desde los servicios municipales, se realice una a
puesta más decidida por la intervención y a
poyo a
las familias. En los casos de a
cogimiento familiar, se precisa un a
poyo de calidad y continuado en el tiempo tanto del menor como de la familia a
cogedora. En los casos de niños, niñas y a
dolescentes en a
cogimiento residencial, hay que intensificar la intervención con la familia.
Entre los menores en situación de desprotección hay que reseñar la particular situación de los menores extranjeros no a
compañados. La problemática más recurrente, en estos casos, tiene que ver con protocolos de a
cogida diferentes y con criterios distintos en cada territorio histórico, en especial en lo referido a
la determinación de su edad, lo que tiene consecuencias para la inclusión o la exclusión del sistema de protección. Resulta rechazable también el incumplimiento de las diputaciones forales del deber de proporcionar la a
utorización de residencia. A
demás, es inadmisible la existencia de menores extranjeros sin recursos sociales para mayores de edad, sin que exista ningún a
mparo legal para estas medidas.
En cuanto a
los menores infractores, sigue siendo muy preocupante la a
lta proporción de menores que provienen de los sistemas de protección y el continuo crecimiento de los delitos de violencia en la familia y contra la pareja. La estructura de la red de centros educativos dirigidos a
menores infractores se mantiene estable.
Resulta reseñable la interrelación entre los sistema de protección y de reforma, que se confirma en los últimos a
ños, en especial en el caso de las medidas de internamiento. La situación es relevante en el caso de los menores extranjeros no a
compañados. A
unque representan la mitad de las medidas de internamiento, tanto cautelares como firmes, en 2010 se ha producido una disminución de los porcentajes de menores extranjeros a
tendidos en los centros de justicia juvenil. Los colectivos que participan con mayor frecuencia de los dos sistemas son:
– Menores extranjeros no a
compañados (en su mayoría de Marruecos).
– Menores nacidos en A
mérica latina y en Rumanía, con escasos referentes familiares y gran dependencia del grupo de iguales.
– Menores que a
greden en el marco familiar o a
sus parejas, y es necesaria una separación de su medio.
– Mayores de 18 a
ños sin posibilidades reales de emancipación.
– Menores residentes en un centro de protección. Se ha producido un importante incremento en el número de chicas.
Respecto a
la escolarización de determinados colectivos con necesidades educativas especiales o específicas, el denominador común vuelve a
estar relacionado con la mejora en la colaboración con las familias.
En los casos de personas y colectivos más desfavorecidos, hay que evitar la segregación y la creación de guetos escolares.
Resulta necesario dar una respuesta a
decuada a
las necesidades educativas de los a
lumnos con discapacidad; del a
lumnado perteneciente a
la población inmigrante, de los niños, niñas y a
dolescentes del pueblo gitano y de la población socialmente desfavorecida.
La a
tención a
la salud mental infantojuvenil viene constituyendo una de las necesidades más a
cuciantes de la a
tención del derecho a
la salud de los y las menores. Sin duda, el colectivo de menores con problemas de salud mental es uno de los emergentes en el momento a
ctual en la sociedad. Resulta necesario profundizar en la coordinación entre a
dministraciones para dar respuesta a
las necesidades de este colectivo.
Por otra parte, han sido siempre motivo de preocupación los supuestos de acoso escolar entre iguales. Es un fenómeno que exige un tratamiento continuo, dada su gravedad, y en el que juegan un papel importante las familias, los planes de convivencia y otros instrumentos a
rticulados por los centros educativos. En a
lgunos casos las nuevas tecnologías son utilizadas como vía de a
coso, lo que denominamos "ciberbullying".
Se puede señalar como dato positivo que en los últimos a
ños va disminuyendo el número de casos de maltrato escolar denunciados a
nte la Inspección de Educación. Siguen siendo mayoritarios los casos de maltrato protagonizados por chicos, especialmente en el último ciclo de Primaria y los dos primeros cursos de Secundaria.
Es preocupante el incremento de las situaciones de pobreza infantil señalado por estudios e informes de organizaciones sociales.
Por último, hay que señalar las situaciones de marginación y las dificultades de integración de los a
dolescentes con diferente orientación sexual o identidad de género.
Art. 43 de la Constitución Española
"1. Se reconoce el derecho a
la protección de la salud.
2. Compete a
los poderes públicos organizar y tutelar la salud pública a
través de medidas preventivas y de las prestaciones y servicios necesarios. La Ley establecerá los derechos y deberes de todos a
l respecto.
3. Los poderes públicos fomentarán la educación sanitaria, la educación física y el deporte. As
imismo, facilitarán la a
decuada utilización del ocio".
Con la crisis económica se está interiorizando que para mantener el nivel de as
istencia sanitaria a
ctual es necesario optimizar los recursos, pero sin dejar de a
tender las necesidades sanitaria y sociales de los ciudadanos.
Las cuestiones que preocupan a
los pacientes no sólo se refieren a
la as
istencia médica, sino también a
as
pectos instrumentales como las listas de espera, la cartera de servicios o el procedimiento de a
cceso a
prestaciones.
Muchos pacientes se han quejado de que la espera para una operación quirúrgica se había postergado tanto en el tiempo que las pruebas preoperatorias habían caducado, lo que obligaba a
repetir estos a
nálisis.
De nuevo se han planteado problemas de a
cceso a
la historia clínica por parte de los pacientes.
La incorporación a
l Sistema Vasco de Salud de nuevos profesionales ha generado una redistribución de tarjetas y el consiguiente cambio de médico, lo que ha motivado que muchas personas usuarias hayan pretendido continuar con su médico a
nterior.
También se ha puesto de manifiesto en a
lgunas quejas la falta de a
lgunos especialistas, como los pediatras.
Las quejas recibidas en relación con las listas de espera han tenido que ver con tratamientos, en especial de infertilidad, intervenciones quirúrgicas, consultas con especialistas y realización de pruebas.
Ante el problema de las personas a
fectadas por enfermedades relacionadas con el a
mianto, se ha pedido información a
la A
dministración sobre las previsiones de a
ctuación en torno a
las enfermedades profesionales derivadas de la exposición a
l a
mianto.
En relación con las personas con enfermedades crónicas, el documento del Departamento de Sanidad y Consumo del Gobierno Vasco titulado "La estrategia para a
frontar el reto de la cronicidad en Euskadi" contempla, entre otras cuestiones, la necesidad de tomar en cuenta la discapacidad que estos enfermos padecen, a
demás de otras enfermedades, la necesidad de planes farmacoterapéuticos integrados y la mayor participación de las personas enfermas. A
demás, la mejora del sistema sólo es posible si se tiene en cuenta que la a
tención primaria, los hospitales y los servicios sociales son interdependientes.
Algunas enfermedades crónicas, como las de las personas a
fectadas de linfedemas primarios y secundarios, los menores a
fectados por a
genesia o las personas con daño cerebral a
dquirido u otro tipo de enfermedades neurológicas, exigen protocolos de a
ctuación muy complejos.
Por último, en cuanto a
las personas con enfermedad mental, son cuestiones especialmente sensibles los ingresos y tratamientos involuntarios, el empleo de otros métodos coercitivos o tratamientos que suponen una intromisión significativa.
Art. 45 de la Constitución Española
"1. Todos tienen el derecho a
disfrutar de un medio a
mbiente a
decuado para el desarrollo de la persona, as
í como el deber de conservarlo.
2. Los poderes públicos velarán por la utilización racional de todos los recursos naturales, con el fin de proteger y mejorar la calidad de la vida y defender y restaurar el medio a
mbiente, a
poyándose en la indispensable solidaridad colectiva.
3. Para quienes violen lo dispuesto en el a
partado a
nterior, en los términos que la ley fije se establecerán sanciones penales o, en su caso, a
dministrativas, as
í como la obligación de reparar el daño causado".
Un número importante de las quejas recibidas en materia medioambiental tienen que ver con las molestias que padecen los ciudadanos y ciudadanas por los ruidos, olores y humos generados por las denominadas actividades clasificadas que están sometidas a
l régimen de a
utorizaciones municipales.
En materia de contaminación a
cústica, las quejas más frecuentes son las que denuncian las molestias ocasionadas por los ruidos que producen los establecimientos de hostelería, tales como bares, pubs, restaurantes, txokos o sociedades gastronómicas, bien por la falta de a
decuación de los locales en lo referente a
l a
islamiento a
cústico, o bien por la a
busiva utilización de los equipos musicales.
No han faltado quejas relativas a
bocaterías y panaderías instaladas en las zonas de ocio de nuestros municipios, o los ruidos ocasionados por la utilización de lonjas comerciales como locales de reunión de grupos de jóvenes.
En muchos de estos supuestos se está produciendo una dejación o excesiva pasividad en la a
dopción de medidas para paliar las molestias ocasionadas por estas a
ctividades por parte de los a
yuntamientos, que son la a
dministración a
utorizante de las preceptivas licencias de a
ctividad y de a
pertura.
También son reseñables las reclamaciones por el ruido ocasionado por obras o infraestructuras que realiza la A
dministración.
Un fenómeno específico es el a
umento de los ruidos y molestias provocados por particulares. Los a
yuntamientos pueden, mediante una ordenanza, tipificar como infracción el ruido producido por los vecinos cuando exceden de los límites tolerables.
En cuanto a
la contaminación del suelo e hídrica, hay que tener en cuenta las quejas relacionadas con vertidos que a
fectan a
la calidad de las a
guas y de litoral, tanto en el dominio público hidráulico como en el marítimo terrestre, y las a
fecciones a
l medioambiente producidos por la contaminación biológica y química del suelo. En concreto, se han recibido dos quejas sobre la situación de suelo contaminado en dos zonas de Barakaldo.
La ciudadanía siente preocupación por la contaminación electromagnética por la emisión de ondas que provocan las a
ntenas e instalaciones de telefonía móvil y televisión, las redes de distribución de energía eléctrica o los sistemas de conexión a
Internet por wifi.
Si bien desde una perspectiva estrictamente científica no se puede determinar el riesgo ocasionado por los campos electromagnéticos y su riesgo para la salud, las normas y ordenanzas están exigiendo medidas a
dicionales de protección. A
demás, la A
dministración deberá intervenir para controlar la legalidad de las instalaciones conforme a
la normativa en vigor y las ordenanzas municipales que lo regulan.
Por otra parte, se ha planteado una recomendación de carácter general sobre la transparencia y el derecho de a
cceso a
la información, que tiene una especial relevancia para el medio a
mbiente y que consta en poder de las a
dministraciones públicas.
En las quejas presentadas por problemas de a
cceso a
información medioambiental hay que insistir en que la A
dministración debe ser especialmente diligente en facilitar la información requerida y, en su caso, difundir la información que conste en las dependencias a
dministrativas.
Por último, debemos señalar que la participación a
mbiental es un elemento esencial para garantizar una correcta decisión cuando todavía están todas las a
lternativas a
biertas.
Art. 47 de la Constitución Española
"Todos los españoles tienen derecho a
disfrutar de una vivienda digna y a
decuada.
Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de a
cuerdo con el interés general, para impedir la especulación.
La comunidad participará en las plusvalías que genere la a
cción urbanística de los entes públicos".
Uno de los problemas más importantes de una parte significativa de la ciudadanía vasca es la existencia de una dificultad objetiva para a
cceder a
una vivienda digna. Los poderes públicos vienen impulsando la creación de viviendas protegidas y otras medidas dirigidas a
posibilitar el a
cceso a
la vivienda a
quienes no puedan a
dquirir una vivienda en el mercado libre, en especial a
a
quellos sectores de población cuya necesidad de vivienda sea más a
cuciante.
El derecho a
l disfrute de una vivienda digna y a
decuada se ha visto, en los últimos tiempos, claramente limitado como consecuencia de la situación de crisis económica, la cual a
l conllevar una disminución de los ingresos económicos de las personas y colectivos más vulnerables ha a
centuado las dificultades de muchos ciudadanos y ciudadanas para hacer frente a
l pago de los gastos del a
lquiler o de las cuotas de las hipotecas de sus viviendas.
Además, las "medidas a
nticrisis" a
doptadas por las a
dministraciones públicas vascas se han demostrado insuficientes para responder a
la demanda de vivienda de protección pública existente y para a
frontar las situaciones de especial necesidad de vivienda que se están manifestando con mayor intensidad en el a
ctual contexto económico.
Lo a
nterior hace más necesario que nunca un incremento de los recursos públicos destinados a
l a
lquiler protegido, as
í como la promoción de fórmulas de a
lquiler as
equibles y que garanticen la estabilidad en el disfrute la vivienda a
rrendada.
Por ello, la A
dministración de la Comunidad A
utónoma de Euskadi junto con las a
dministraciones forales y locales, conocedoras de las dificultades económicas por las que a
traviesan muchas familias y ciudadanos y ciudadanas vascas, deben coordinar sus políticas sociales y de vivienda pública para paliar los efectos negativos que la crisis está causando en el derecho a
l disfrute de una vivienda digna y a
decuada y evitar situaciones de exclusión social.
La a
ctual crisis debe ser considerada como una oportunidad para que las a
dministraciones públicas vascas reflexionen y a
nalicen la manera de innovar los programas y políticas de vivienda para as
egurar a
toda la ciudadanía una vivienda digna y a
decuada.
Como ya se ha señalado, la gestión del Registro de Solicitantes de Vivienda debe incorporar las garantías procedimentales legales que impidan que las resoluciones de baja o modificación de las solicitudes ciudadanas sean emitidas causando indefensión a
las personas demandantes de vivienda protegida.
Por otra parte, la reparación de las deficiencias o desperfectos de origen constructivo en las viviendas protegidas debe considerarse como una obligación intrínsecamente vinculada a
l derecho a
l disfrute de una vivienda digna y a
decuada, que las a
dministraciones deben de exigir con especial diligencia a
las empresas constructoras.
Hay que señalar, por último, que la intervención pública en el mercado del a
lquiler, mediante a
lquileres protegidos o programas públicos específicos, debe promover el conocimiento de los derechos y obligaciones de cada una de las partes de la relación a
rrendaticia e incidir en la mejora de las labores de intermediación o as
esoramiento que puedan corresponder a
las a
dministraciones públicas.
4.5. Derechos de las personas con discapacidad física, sensorial y psíquica
Art. 49 de la Constitución Española
"Los poderes públicos realizarán una política de previsión, tratamiento, rehabilitación e integración de los disminuidos físicos, sensoriales y psíquicos, a
los que prestarán la a
tención especializada que requieran y los a
mpararán especialmente para el disfrute de los derechos que este Título otorga a
todos los ciudadanos".
Las personas con discapacidad siguen encontrando grandes dificultades en su vida cotidiana para poder desarrollarla en condiciones de igualdad, por problemas de a
ccesibilidad urbana y a
edificios de uso público, de a
cceso a
l transporte o a
un empleo.
Los poderes públicos deben a
ctuar para garantizar una vida independiente con a
poyos suficientes para cubrir las necesidades básicas de las personas con discapacidad.
Después de la entrada en vigor en el Estado español de la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad el día 3 de mayo de 2008 debemos pasar en el tratamiento de la discapacidad de un modelo rehabilitador a
un modelo social y de la diversidad.
La accesibilidad a
l medio físico o entorno urbano y a
las edificaciones sigue siendo objeto de numerosas denuncias por parte de las personas con discapacidad en esta institución. A
ño tras a
ño venimos reclamando de las a
dministraciones públicas y, en especial de los a
yuntamientos, un a
nálisis en profundidad de las distintas a
lternativas para instalar soluciones técnicas dirigidas a
resolver los problemas de a
ccesibilidad de los entornos urbanos. En este sentido, se insiste en la necesidad de primar a
quellas instalaciones que puedan ser utilizadas por toda la ciudadanía en condiciones de igualdad, con el fin de hacer efectivo los principios de la igualdad de oportunidades y la no discriminación de las personas que presenten una discapacidad. As
í, consideramos que se debe dar prioridad a
la instalación de as
censores a
daptados sobre las soluciones de rampas o escaleras mecánicas o tapices rodantes.
Aun cuando se han producido importantes a
vances, la a
ccesibilidad universal a
l transporte público continua siendo una de las principales reivindicaciones de las personas con discapacidad y un gran reto a
l que se enfrentan los operadores de las empresas que gestionan los servicios de transporte público en la Comunidad A
utónoma del País Vasco. Todo ello se ha podido constatar en el informe diagnóstico realizado por esta institución sobre la a
ccesibilidad del sistema de transporte público de la CAPV.
La educación y la formación en igualdad de oportunidades es otro de los pilares fundamentales del sistema para que las personas con discapacidad puedan integrarse en la sociedad de manera plena y a
ctiva. No obstante, la realidad educativa está a
ún lejos de a
lcanzar dicho objetivo tal como hemos podido comprobar, por ejemplo, en la tramitación de las reclamaciones presentadas por el colectivo de las personas sordas a
nte la carencia de intérpretes de lengua de signos en las enseñanzas de ciclos formativos de formación profesional.
La normativa tributaria recoge beneficios fiscales (exenciones, bonificaciones, reducciones…), con los que pretende, por una parte, compensar el mayor gasto en el que incurren las familias en cuyo seno hay una persona con discapacidad y por otra, a
tender la menor capacidad económica que a
fecta a
estas familias. Sin embargo, la a
plicación de los beneficios existentes, en numerosas ocasiones, queda condicionada a
interpretaciones formalistas. Por ello, consideramos que en todo momento se debe propugnar interpretaciones finalistas que permitan a
la persona con discapacidad materializar el beneficio, cuando concurren en ella los requisitos sustantivos a
los que se condiciona su obtención.
Por último queremos señalar que la a
dopción de las medidas técnicas que garanticen la accesibilidad en la comunicación sigue siendo una as
ignatura pendiente en la Comunidad A
utónoma Vasca. As
í, en relación con la a
ccesibilidad a
l transporte público, se constata la a
usencia total de los medios que permitan garantizar la a
ccesibilidad a
las personas con dificultades de comunicación. También se ha podido comprobar la falta de medios técnicos que faciliten la información y la comunicación en los lugares donde se encuentran los puntos de a
tención en los edificios públicos, en el a
cceso a
los recursos educativos, sanitarios y sociales. Por ello, consideramos que resulta decisivo encaminar las a
ctuaciones de los poderes públicos a
la implantación de las condiciones de a
ccesibilidad en la comunicación que as
eguren que el derecho de las personas con discapacidad visual y a
uditiva a
no ser discriminados y a
poder disfrutar de las mismas oportunidades sea real y efectivo.
4.6. Derechos de las personas mayores
Artículo 50 de la Constitución Española
"Los poderes públicos garantizarán, mediante pensiones a
decuadas y periódicamente a
ctualizadas, la suficiencia económica a
los ciudadanos durante la tercera edad.
Asimismo, con independencia de las obligaciones familiares, promoverán su bienestar mediante un sistema de servicios sociales que a
tenderán sus problemas específicos de salud, vivienda, cultura y ocio".
El colectivo de personas mayores constituye un grupo cada vez más a
mplio, casi un 20% de la población vasca, debido a
l a
umento en la esperanza de vida y resulta, a
demás, muy heterogéneo, porque a
grupa tanto a
personas con a
utonomía personal y con capacidad de participar a
ctivamente en la sociedad como a
personas dependientes con una gran limitación de su a
utonomía personal.
Cobra cada vez más importancia la idea de envejecimiento a
ctivo y saludable, fomentando una vida a
ctiva y a
utónoma de las personas mayores, que redunda no sólo en una mayor calidad de vida de estas personas, sino que también contribuye a
la sostenibilidad de los servicios sociales.
Resulta necesario a
demás, en este sentido, un compromiso de los poderes públicos en el fomento de la participación social de las personas mayores y la promoción de la a
utonomía personal.
Esta vida a
ctiva de las personas requiere que dispongan de unos ingresos dignos.
Preocupan, por otra parte, las situaciones de maltrato a
las personas mayores, especialmente psicológico, una realidad que no a
caba de a
florar, por lo que son necesarias medidas de prevención y detección. Sería conveniente que el Gobierno Vasco elaborara un plan de lucha contra los malos tratos a
las personas mayores.
Por otro lado, es preciso señalar que, entre las medidas extraordinarias a
doptadas para reducir el déficit previstas en el Real Decreto 8/2010, se ha modificado el momento en que se produce el derecho de a
cceso a
las prestaciones por dependencia, que se generarán a
partir de la resolución que reconozca las prestaciones o a
partir de los seis meses desde la solicitud si no hay resolución expresa.
Esta medida que elimina la retroactividad del derecho a
l momento de la solicitud ha sido ya incorporada en sendos decretos forales por las diputaciones forales de Álava y Bizkaia.
La necesidad de una a
tención sanitaria y social simultánea, coordinada y estable, a
justada a
l principio de continuidad de la a
tención, cobra especial importancia en relación con las personas mayores y de manera reseñable con las personas mayores dependientes. Por ello, resulta de gran interés el documento marco para la elaboración de las directrices de la atención sociosanitaria de la CAPV.
Con ocasión de a
lgunas quejas que mostraban su disconformidad con el precio público de las plazas residenciales, se han puesto de manifiesto una vez más las importantes diferencias que existen en los importes de los precios públicos de las plazas residenciales para personas mayores, que fijan las tres diputaciones forales. Debería tenderse a
homogeneizar esos precios públicos o, por lo menos, reducir las a
ctuales diferencias.
Los conflictos laborales en servicios residenciales para personas mayores de titularidad pública pero de gestión privada ponen de manifiesto la necesidad de conciliar el legítimo derecho a
la huelga de los trabajadores y el derecho a
la salud y a
la prestación del servicio de las personas mayores residentes, que constituyen la parte más vulnerable.
Afortunadamente, los conflictos de las residencias de A
ldakonea, en Donostia-San Sebastián, y de A
riznavarra, en Vitoria-Gasteiz, que se han prolongado durante muchos meses, han llegado a
su fin.
Por último, hay que señalar, en cuanto a
la prestación del servicio de as
istencia domiciliaria, que resulta paradójico que, dado el reparto competencial entre el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz y la Diputación Foral de Á
lava, se deniegue este servicio a
personas dependientes en grado I y que, sin embargo, lo disfruten personas a
utónomas, cuya a
tención es competencia municipal.