5.2. Servicios y recursos
A. Principales tipos de recursos. Sistemas formales y no formales
Como en otras prestaciones estudiadas en este informe, las relativas a la dependencia también v
arían enormemente según el país europeo. Tal y como recogen Camacho, Rodríguez y Hernández (2007), hay v
ariaciones muy relevantes en cuanto al reconocimiento de la propia prestación, las modalidades recogidas, el tipo de red utilizada, la universalidad del servicio e incluso la modalidad de pago. Un análisis individualizado de los perfiles por país nos permite establecer que los Estados europeos ofrecen v
arios tipos de recursos de atención a la dependencia –las diferencias por modelo de país pueden consultarse en la tabla 10 del anexo 2–, presentados en este informe agrupados conforme a si se dan en el propio domicilio o fuera de él.
Tenemos así, por un lado, los relacionados con el cuidado en el propio hogar, generalmente a través de prestaciones económicas que compensan parcialmente a los familiares, si bien algunos países –como es el caso de los nórdicos– también establecen servicios profesionalizados (de enfermería u otros) que atienden en el domicilio.
Por otro lado, los recursos para la atención a las personas dependientes no domiciliarios, principalmente centros de día, centros residenciales, centros ocupacionales, etc.
En general, la oferta pública en los países del sur de Europa está más centrada en la atención fuera del domicilio (residencias, centros de día, etc.), si bien en algún caso se reconocen prestaciones económicas para la atención domiciliaria. Por el contrario, en los países del norte de Europa la red de cuidados abarca tanto la atención dentro como fuera del domicilio, siendo relativamente habitual que las familias puedan elegir entre ambas.
Respecto a los costes de los servicios, en los países mediterráneos y continentales el acceso a los mismos depende de los ingresos de la persona dependiente, que en general deberá hacer frente a parte de sus costes. Asimismo, existen dificultades en la universalidad de acceso, ya que aunque en ocasiones la legislación reconoce el derecho a una plaza, la oferta no suele ser suficiente. En cambio, en los países nórdicos no solamente son servicios universales, sino en general también gratuitos.
B. Niveles de cobertura
Como ya v
iene siendo habitual en otros espacios de esta comparativa europea, el análisis de los sistemas de protección a personas en situación de dependencia arroja diferencias notables por país.
Asimismo, es importante la falta de datos generales a este respecto (y muy específicamente de los que pudieran comparar la CAPV con otros países europeos, por lo que se han tenido que utilizar referencias estatales), así como su antigüedad (lo que dificulta el análisis de los mismos).
En general, los datos de cobertura europeos establecen dos grandes grupos. Por un lado, las personas en edad laboral (de 16 a 65 años), y por otro, las personas en edad de jubilación (más de 65 años), que básicamente se corresponderían en el primer grupo con las personas con discapacidad y en el segundo con las personas en situación de dependencia por enfermedades asociadas a la edad.
En el caso de las personas en edad laboral, si bien la media europea de personas con discapacidad que reciben un apoyo económico por dependencia es de menos de un 50% en los casos de discapacidad severa y de poco más del 20% en casos de discapacidad moderada, la situación v
aría enormemente dependiendo del país.
(Gráfico 38) . Población cubierta por beneficios económicos en edad laboral, por tipo de discapacidad
Fuente:
EUROSTAT (2001).
Sobre las personas con discapacidad severa, en España el porcentaje es superior a la media (56%), si bien Bélgica, Dinamarca y Reino Unido ofrecían cifras aún mayores, pero la mayor parte de los países europeos se situaba en una cobertura de entre el 27% y el 36%.
En el caso de las personas con una discapacidad moderada, la media europea se encontraba en un 21%. España ofrecía cobertura a un 28% de su población, una de las cifras más elevadas de toda Europa, solamente por detrás de Dinamarca (29%). Por el contrario, en el otro extremo encontramos países como Francia, Austria, Portugal o Italia, que se encontraban por debajo del 14%.
Por asociación, la CAPV mantendría una posición también media alta en el contexto europeo simplemente con cumplir la media estatal, hecho que parece quedar reforzado con las siguientes cifras, ya que en 2010 la CAPV tuvo una oferta de más de 4.100 plazas para personas con discapacidad (en su gran mayoría menores de 65 años) entre centros de día y residencias, que supusieron un gasto de más de 118 millones de euros.
(Tabla 21) . Centros de día en la CAPV. Datos referentes a personas con discapacidad. Año 2010
GASTO TOTAL (en miles de €) | 28292 | 7342 | 20950 |
TOTAL | Público | Privado | |
Centros | 73 | 17 | 56 |
Plazas | 1859 | 357 | 1502 |
Personas usuarias | 1812 | 339 | 1473 |
Fuente:
EUSTAT (2010a).
(Tabla 22) . Residencias en la CAPV. Datos referentes a personas con discapacidad. Año 2010
GASTO TOTAL (en miles de €) | 90488 | 45133 | 45355 |
TOTAL | Público | Privado | |
Centros | 169 | 45 | 124 |
Plazas | 2289 | 821 | 1468 |
Personas usuarias | 2203 | 772 | 1431 |
Fuente:
EUSTAT (2010a).
Respecto al segundo grupo (las personas mayores de 65 años), solamente un 10,8% de las personas mayores de 65 años dependientes en la UE eran en 2007 beneficiarias de un sistema de cuidado de larga duración.
El patrón geográfico es muy marcado, ya que eran los países más al norte de Europa los que ofrecían unas ratios de cobertura mayores: Islandia por encima del 30%, superando a Dinamarca, Holanda, Noruega y Finlandia con el 20%.
(Gráfico 39) . Porcentaje de población mayor de 65 años que recibe cuidados de larga duración
Fuente:
Marin, B et al. (2009).
Esto provoca una clara fractura a nivel europeo en los niveles de cobertura, ya que si bien la media es de algo menos del 11%, existen grandes diferencias entre los países del norte (por encima del 20%) y los del sur (por debajo del 10%).
Concretamente, en el ámbito mediterráneo (España inclusive) encontramos tasas inferiores al 8,5%, más de un 2% inferiores a la media europea.
Por su parte, los países continentales se sitúan principalmente también por debajo de la media, llamando la atención la posición de Alemania, Luxemburgo, Irlanda y muy especialmente Francia, que se sitúa por debajo de España).
En el caso de la CAPV, si bien no hay datos comparables al respecto, resulta de interés destacar las más de 2.550 plazas públicas en centros de día y más de 6.700 en residencias, con un gasto combinado de más de 300 millones de euros para 2010.
(Tabla 23) . Centros de día en la CAPV. Datos referentes a personas mayores. Año 2010
TOTAL | Público | Privado | |
Centros | 169 | 45 | 124 |
Plazas | 2289 | 821 | 1468 |
Personas usuarias | 2203 | 772 | 1431 |
GASTO TOTAL (en miles de €) | 90488 | 45133 | 45355 |
Fuente:
EUSTAT (2010a).
(Tabla 24) . Residencias en la CAPV. Datos referentes a personas mayores. Año 2010
Total | Público | Privado | |
Centros | 431 | 133 | 298 |
Plazas | 19873 | 6786 | 13087 |
Personas usuarias | 17209 | 6276 | 10933 |
GASTO TOTAL (en miles de €) | 507386 | 216617 | 290768 |
Fuente:
EUSTAT (2010a).
En el caso de la atención domiciliaria, aunque en teoría su aplicación es a nivel nacional, en la CAPV son reseñables por su nivel de cumplimiento los servicios de atención domiciliaria (regulados, entre otras, por la Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia, y la Ley 12/2008, de 5 de diciembre, de Servicios Sociales) prestados en los ámbitos foral y municipal, y destinados a la atención personal en la realización de las actividades de la v
ida diaria (higiene, v
estido, alimentación, control de la medicación, etc.), si bien sus funciones no deben confundirse con los servicios de carácter sociosanitario de los países nórdicos antes referidos, que incluyen recursos integrales de enfermería, atención sanitaria domiciliaria, rehabilitación, etc.
Un análisis más detallado de los datos relativos a la realidad de la dependencia en la CAPV y la implantación en nuestra comunidad de la normativa estatal lo encontramos en el informe extraordinario publicado por el Ararteko, en junio de 2011, bajo el título La aplicación de la ley de promoción de la autonomía personal y atención a la dependencia en la CAPV. El resultado de su seguimiento y la evolución registrada en esta materia se recoge en los informes anuales correspondientes a 2011, 2012y 2013, en el apartado 11 de su capítulo III.