Como línea general de análisis, en las medidas de apoyo a las familias en el campo educativo se incorporan medidas de trato preferente a aquellos tipos de familias considerados en situación de vulnerabilidad, tal y como marca el espíritu de la Ley 13/2008.
Si bien las medidas de apoyo a las familias en el campo de la educaci
ón son anteriores a la Ley 13/2008 de Apoyo a las Familias, esta señala la obligación del Gobierno Vasco de “garantizar la educaci
ón de los niños, niñas y jóvenes” y señala como medida de especial interés la “consolidación de las escuelas infantiles para los niños y niñas de edades comprendidas entre 0 y 3 años”.
Educación infantil
En la CAPV, la existencia de la oferta pública de plazas para el primer ciclo de la Educaci
ón Infantil de 0 a 3 años coexiste con la oferta privada de escuelas infantiles, tal y como lo regulan el Decreto 297/2002, de 17 de diciembre, que regula las escuelas infantiles para niños y niñas de 0 a 3 años en la Comunidad Autónoma del País Vasco durante los cursos 2002-2003 y 2003-2004, y el Decreto 215/2004, de 16 de noviembre, por el que se establecen los requisitos mínimos de las Escuelas Infantiles para niños y niñas de 0 a 3 años.
Esta medida relativa a los servicios de atención infantil tiene un interés preferencial dentro de las medidas públicas de apoyo a las familias, ya que posee un doble entronque familiar, al estar vinculada tanto a la educaci
ón como a las políticas de conciliación de la vida personal, familiar y laboral. La oferta institucional de plazas en educaci
ón infantil en el ámbito público se organiza en torno a tres grupos:
Haurreskolak: escuelas infantiles públicas de 0 a 3 años que surgen de convenios de adhesión al Consorcio Haurreskolak entre Gobierno Vasco y –hasta el momento– 167 ayuntamientos.
Escuelas públicas: aulas en centros públicos de Infantil y Primaria dependientes del Departamento de Educaci
ón, Universidades e Investigación dirigidas a alumnado de 2 a 3 años.
Escuelas infantiles municipales: escuelas públicas dependientes de ayuntamientos que no están incorporados a la red Haurreskolak.
A nivel privado, coexisten cooperativas, iniciativa privada (tanto laica como religiosa) e incluso la oferta de obras sociales de cajas de ahorros.
Se trata de un modelo en el que las principales reclamaciones de las familias tienen que ver principalmente con una desigual distribución de plazas del Consorcio Haurreskolak entre los entornos rurales y urbanos, que hace que si bien en municipios de reducido tamaño no existen dificultades para lograr una plaza, en ciudades de entornos metropolitanos las dificultades sí son acusadas, especialmente en las aulas de menos de 1 año.
“Existen grandes diferencias entre entornos rurales y urbanos respecto al número de plazas en las haurreskolas. Si, por ejemplo, el ratio de plazas es de casi un 3% en un pueblo de Álava, en Bilbao puede ser del 0,15% aproximadamente”.
(Grupo de discusión con entidades sociales)
Igualmente, no todos los municipios de la CAPV cuentan con centros asociados al consorcio y algunos de ellos carecen incluso de centros municipales, lo que fragmenta y diversifica aún más las opciones de consecución de una plaza para una familia dependiendo de su municipio de residencia.
Entre 2011 y 2013 se ha desarrollado con carácter experimental una iniciativa diferente para el cuidado de niños y niñas entre 0 y 3 años: haur-etxeak, basada en el modelo de los nidos familiares existente en otros países del contexto europeo. Se trata de un servicio de cuidado infantil proporcionado en el domicilio de la persona cuidadora, específicamente acondicionada y equipada para el cuidado y la acogida de bebés, y que se desarrolla en grupos reducidos de 3-4 bebés, atendidos en un nido familiar.
Este servicio venía a ampliar el abanico de modalidades de cuidado para los más pequeños, al complementar la oferta realizada desde la red educativa a través de las escuelas infantiles o haurreskolak.
Finalizada su fase de pilotaje y a pesar del alto grado de satisfacción manifestado por las familias usuarias, el servicio ha sido eliminado de la oferta pública, manteniéndose en el mercado como oferta privada a las familias.
Educación obligatoria y no obligatoria
Además de la educaci
ón infantil, a través de las entrevistas y grupos de discusión del trabajo de campo se identifican otras áreas de especial preocupación en las familias por su coste añadido a la economía familiar:
Préstamo de libros
El programa de préstamo y reutilización de libros de texto en la CAPV va dirigido al alumnado que curse estudios en la etapa de Educaci
ón Primaria y en el primer y segundo cursos de Educaci
ón Secundaria Obligatoria en centros públicos de la CAPV.
Debido a los ajustes presupuestarios, el ciclo de vida útil de cada libro se está de facto prolongando de los cuatro años inicialmente contemplados hasta un mínimo de seis años. Asimismo y aunque también estaba contemplada su extensión más allá de los 16 años, los dos últimos cursos de la Educaci
ón Secundaria no accederán de momento al programa, lo que supone un aumento de la inversión familiar en este material escolar.
Las familias abonan en torno a un 20% del coste real de los libros (entre 26 y 44 euros, dependiendo del curso académico), mientras que el resto del coste lo asume la Administración.
“El coste de los libros de texto es una dificultad importante para las familias con hijos e hijas. Son costes a los que tenemos que hacer frente con gran esfuerzo”.
(Grupo de discusión con entidades sociales)
Servicio de comedor
El servicio de comedor ofrece a las familias, además de su función primaria de alimentación y educaci
ón en hábitos de vida saludables, un importante apoyo a la conciliación.
En general, se trata de un servicio parcialmente subsidiado por el Gobierno Vasco que se hace cargo de dos tercios del coste del menú, siendo el otro tercio asumido por las familias. El precio público por menú oscila entre los 3,30 € y los 4,30 €, con un coste anual de entre 550 y 800 €.
Movilidad para acceso a centros educativos
Los alumnos y alumnas escolarizados en la red pública y en etapas obligatorias disponen mayoritariamente del servicio de transporte gratuito dispuesto por el Departamento de Educaci
ón. De manera complementaria y para aquellos casos en los que, por las razones que fueran, no esté disponible esta oferta, existen ayudas individualizadas de transporte que cubren el importe del transporte (bien público regular o en vehículo particular) entre el domicilio familiar y el centro docente. Para recibir esta asignación individual el alumnado ha de estar matriculado en un centro público o excepcionalmente en algún centro concertado, no tener posibilidad de transporte gratuito o totalmente subvencionado por entidades públicas o privadas, y que el centro docente se encuentre a una distancia igual o superior a 2 km.
Se trata, en todo caso, de un elemento que en ocasiones ha generado fricciones sociales –si bien afecta porcentualmente a un reducido número de familias–, al facilitar (o dificultar, en caso de no poder acceder a estas ayudas o a otro tipo de transporte1) la escolarización de las niñas y niños y la conciliación de sus madres y padres.
1El Correo (16-12-2013).