19.1. Ideas fuerza recogidas en las entrevistas a expertos/as en el marco del informe extraordinario sobre la e-inclusión y la participación c
iudadana en las esferas social y pública a través de las TIC en Euskadi
Contexto
Una de las técnicas utilizadas en la fase de investigación y recogida de la información fue la c
elebración de entrevistas individuales semiestructuradas.
Dichas entrevistas fueron llevadas a c
abo, en su gran mayoría, de forma presencial en las sedes del Ararteko en los tres territorios históricos de Euskadi (Araba/Álava, Bizkaia y Gipuzkoa), durante los meses de julio y agosto de 2011.
Participantes
Las 14 personas participantes en las entrevistas fueron seleccionadas en virtud de su c
onocimiento y experiencia en el tema objeto de análisis del presente informe extraordinario, buscando la representatividad de los sectores público y privado y tercer sector.
Principales ideas fuerza extraídas
Las ideas fuerza han sido organizadas para su exposición en torno a los siguientes tópicos:
• TIC, c
alidad de vida y bienestar social.
• C
olectivos y grupos sociales en riesgo de infoexclusión.
• Brecha digital de acceso.
• Brecha digital de uso.
• Brecha digital de apropiación.
• Brecha digital de participación.
• Actualmente la calidad de vida se relaciona c
on la salud, la tranquilidad, la seguridad del entorno estrictamente más c
ercano (familia). En definitiva, la c
alidad de vida, tal y c
omo se entiende actualmente, tiene mucho que ver c
on uno de los valores predominantes en la sociedad actual: el individualismo.
• Las TIC permiten el acceso a una mayor c
alidad de vida.
• Pero no siempre. No parece un proceso tan lineal. Hay aspectos c
oncretos que los mejora y otros que los empeora (infoxicación, encadenamiento al trabajo, estar siempre localizado, etc.).
• Las TIC son una herramienta que favorece la relación entre las personas y su entorno.
• Pero también generan nuevas brechas y desigualdades sociales: personas que no acceden a las TIC y no pueden beneficiarse de sus bondades.
• Son una herramienta que puede c
olaborar y debe participar en la c
onstrucción de nuevas respuestas a los grandes retos sociales actuales.
• Pero no generan efectos automáticos por sí mismas. La c
lave está en c
ómo se articulan, c
ómo se utilizan y c
ómo son aprovechadas por entidades, personas, empresas, etc.
• Destacan determinadas variables en el análisis del origen de las brechas digitales: edad, sexo, nivel de estudios, inmigración, ruralidad, poder adquisitivo, discapacidad (especialmente, discapacidad intelectual).
• Las desigualdades se incrementan o agravan c
on el c
ruce de estas variables. Ejemplo: discapacidad + mujer + edad + ruralidad.
• La perspectiva de futuro sobre la incidencia de estas viables sociodemográficas/socioeconómicas apuntan a una disminución de las brechas digitales en grupos c
omo: mujer, personas mayores, personas c
on discapacidad. En el c
aso de las personas mayores, por ejemplo, los niveles de uso de las TIC de los que serán mayores dentro de un par de décadas invitan a ser optimistas c
on la reducción de las brechas digitales de acceso y uso. Su extrapolación a las brechas de apropiación y participación es más c
omplicada.
• En general, la brecha digital de acceso se suele dar por superada. Al menos c
uando hablamos de las tecnologías de mayor penetración (televisión, móvil, ordenador e Internet), y del “gran público”.
• Aun así, determinados c
olectivos y grupos sociales siguen presentando brechas significativas de acceso.
• Ejemplo: personas que se encuentran en una situación de intensa vulnerabilidad social (pobreza material o económica, problemas de vivienda, problemas legales, etc.) >> actualmente, recursos insuficientes para facilitar acceso a las TIC y c
apacitación digital a estas personas.
• La realidad nos dice que estos grupos podrían mejorar su c
alidad de vida si logramos c
onectar el uso de las TIC c
on acciones c
omo la búsqueda de empleo, participación en la esfera social, etc.
• La variable “edad” es otra de las más importantes.
• C
ruzando c
on el de edad, hay otros factores c
omo el nivel de estudios, género o el nivel de renta (ejemplo: persona mayor, mujer, vive sola, bajo nivel de estudios y baja renta) que pueden ejercer de inhibidores o barreras de acceso a las TIC.
• Es importante asegurar el acceso de todas las personas a las TIC. Esto no significa, ni es posible, que todos los hogares vascos deban c
ontar c
on un equipamiento TIC específico o c
on acceso a Internet. >> La democratización en el acceso supone garantizar que todas las personas tengan a su disposición la oportunidad de poder beneficiarse de estas herramientas. Ello supone el mantenimiento de una serie de recursos públicos que garanticen la igualdad de oportunidades a la hora de acceder a las TIC (esto significa equipamiento, pero también c
apacitación, acompañamiento).
• Hablar de brecha digital de uso parece impreciso. Un posible modelo para explicar las desigualdades de uso sería el de “el empoderamiento digital” >> c
ada persona se encuentra en un diferente nivel de uso (empoderamiento digital).
• Entre los diferentes niveles de empoderamiento digital, se identifican variables c
ondicionantes c
omo la edad, el sexo o el nivel de estudios. Así, a modo de ejemplo:
• Hombres y mujeres hacen un uso diferente de las TIC. En general los hombres dedican más horas al uso de las TIC que las mujeres.
• Uso más práctico (como herramienta) por parte de las mujeres, frente a una mayor inversión en TIC ligadas a ocio entre el sector masculino.
• ¿Cuánto de esta realidad tiene que ver c
on los diferentes usos del tiempo entre hombres y mujeres? (efecto de la doble jornada de la mujer)
• ¿Y c
uánto c
on aspectos c
ulturales y educativos? >> Dato: en secundaria se aprecian ya diferencias de uso de las TIC entre c
hicos y c
hicas >> masculinización o feminización de determinados estudios, etc.
• La c
lave pasaría por: ¿cómo se progresa en esa “escala de empoderamiento digital? ¿Por qué algunas personas progresan y van madurando en la intensidad de sus usos y otras no? ¿Existe una posible brecha de aprendizaje? ¿Dónde está el origen de esa brecha?
• A menudo, la metodología de la c
apacitación tecnológica reproduce el modelo de la educación formal y, por tanto, se aleja del modo de aprender y del “confort” que muchos c
olectivos y grupos sociales precisan.
• Algunas personas sienten que todo va muy deprisa. El ritmo de avance de las TIC es más rápido del que muchas personas necesitan para apropiarse de una tecnología >> sentimiento de “desbordamiento” y “desmotivación”.
• Percepción de que hay c
iertos grupos, sobre todo en función de la edad, que no terminan de encontrar su “hueco” en las TIC. No encuentran contenidos digitales que c
onecten c
on sus intereses, accesibles, usables, y diseñados para ellos.
• Existe un c
omponente fuerte de “actitud ante las TIC” que puede ayudarnos a progresar o a estancarnos en nuestro proceso de “empoderamiento digital”. Esta actitud puede estar marcada por la necesidad de la herramienta, la c
onfianza en el medio, la percepción de inseguridad (como por ejemplo en las c
ompras por Internet), el desconocimiento de c
asos de éxito entre pares que nos descubra nuevas posibilidades, etc.
• La apropiación de las TIC se representaría en la zona alta de la tabla de “empoderamiento digital”. Representa ese momento de madurez en el que surgen nuevos usos, usos avanzados e innovadores, y que permiten a la persona una mayor c
apacidad de intervención en su entorno a través de las TIC.
• En este sentido, se suele relacionar al c
olectivo de nativas y nativos digitales, que han realizado en su mayoría un aprendizaje informal y natural de estas herramientas, c
on la máxima expresión de la “apropiación” de las TIC.
• En c
ambio, las y los nativos digitales presentan c
arencias en aspectos importantes en el uso de las TIC c
omo la c
orrecta gestión de la identidad digital, trazabilidad de sus vidas virtuales en la red, exposición a riesgos, etc.
• ¿Se está c
onectando actualmente la apropiación de las TIC c
on c
onceptos c
omo participación, ciudadanía digital, solidaridad o justicia social?
• ¿Es c
orrecto entonces equiparar un uso intensivo de las TIC c
on la apropiación de las TIC?
• C
omienza a observarse que el empoderamiento digital no es un proceso lineal en el que hay que pasar por todas las c
asillas. A veces, usos innovadores y c
reativos (bien adaptados a las personas destinatarias) pueden ser utilizados c
omo polo para atraer a determinados c
olectivos y grupos sociales a las TIC (como podría ser el c
aso de las personas mayores).
• Alguna de las aportaciones apuntan a que se habla mucho de participación, se solicitan nuevos c
anales, mayor protagonismo, pero la participación c
iudadana en las esferas social y pública es baja.
• Entre la juventud, por ejemplo, la participación es muy baja. A menudo se dice que no les interesa la política. Algunas reflexiones señalan a que sí que les interesa y preocupa su futuro y las decisiones que afecten a este, lo que sucede es que viven un total desencanto c
on el sistema, c
on la figura distorsionada de las políticas y políticos c
onvertidos en máquinas electorales de atraer votos.
• En la raíz de esa baja participación podrían encontrarse factores c
omo el bajo interés por las “ideas sociales”, el fuerte individualismo predominante en la sociedad actual, así c
omo déficit por el interés en “proyectos c
olectivos”.
• Posiblemente, la excesiva dependencia de lo público, el que c
ada vez se exija más protección a la Administración, puede motivar una baja necesidad de participar.
• La participación en la esfera pública tiene muchas posibilidades y supone la c
onquista de interesantes oportunidades, pero puede que requiera un debate previo sobre c
ómo va a ser esa participación c
iudadana, c
ómo se va a articular, etc.
• Sin ese debate previo, se c
orre el riesgo de “quemar” la participación >> si participo y no veo un efecto o un resultado (peligro de defraudar).
• Algunas aportaciones en las entrevistas apuntan a una actual excesiva tutela de la participación en la esferapública por parte de la Administración. Este c
arácter formal, reglado, podría no atraer a la c
iudadanía.
• La iniciativa social para la resolución de problemas siempre ha funcionado. La Administración debe acompañar, apoyar, pero también dejar hacer.
• Las TIC son una buena herramienta para favorecer el diálogo entre iniciativa social y Administración.
• Las TIC no deben desplazar “lo presencial” en la participación. Una excesiva c
analización de la participación en las esferas social y pública a través de las TIC podría dejar fuera a toda esa gente que hoy no usan las TIC. Se deben recuperar/reconquistar espacios de participación desde el entorno más c
ercano, más doméstico.
• Hay colectivos, c
omo el de las personas mayores, que participan en la esfera social a través por ejemplo del voluntariado (sobre todo mujeres). Es una participación presencial, de c
ara a c
ara y manos. El acercamiento de estas personas a las TIC viene más a través de otros c
entros de interés c
omo la salud y la seguridad. ¿Dónde reside la c
lave para ligar “participación en las esferas social y pública” + “mayores” + “TIC”?
• En el c
aso de otros c
olectivos, c
on grandes problemáticas sociales y que se encuentran en un agudo estado de vulnerabilidad social, la participación es un c
oncepto que se ve superado en la escala de prioridades por otras necesidades básicas. Ello, unido a la brecha de acceso y uso que experimentan respecto a las TIC, aleja aún más la participación de estas personas.
• Acerca de la participación en la esfera pública, parece que c
obraría sentido un modelo de “corresponsabilidad informada”. Antes de poder participar, es necesario tener información y poder formarse un c
riterio. Se trata de una “etapa previa” a experiencias más ambiciosas de participación >> [trabajo en grupos + información + tiempo = c
apacidad de participación].
• Desde este enfoque, surgen nuevos retos c
omo la c
onvivencia de la democracia representativa y la democracia deliberativa.
• La esfera pública necesita recuperar la c
redibilidad. La transparencia administrativa, la apertura de datos, o experiencias c
omo Irekia son pasos grandes, pero aún queda mucho por hacer y lograr.
• Algunas aportaciones nos apuntan a que la participación requiere mayor c
oordinación entre los diferentes niveles (local, nacional, europeo) >> la participación que se realiza a nivel local no está del todo c
oordinada c
on la que se está realizando a nivel nacional o a nivel europeo. Se está trabajando positivamente en c
ada uno de estos niveles, pero no del todo de forma c
oordinada.
• Desde la óptica de la Administración, la participación es una forma esencial de innovación. Hay que aprovechar el momento actual de incorporación de las TIC en las administraciones c
omo polo de atracción de nuevas experiencias de participación c
iudadana.
• La participación también requiere planificación, no la podemos abandonar a la improvisación si no queremos sembrar malas experiencias y generar desconfianzas.
• La participación ha de ser el c
amino hacia una gobernanza c
ompartida, no un c
onjunto de procesos puntuales para realizar una c
onsulta o someter a votación electrónica determinadas c
uestiones.
• Antes hablábamos de la necesidad de Información para participar. Ojo, hay que “descodificar” esa información para que la c
iudadanía pueda acceder a ella y facilitar su c
omprensión. Participación exige traducción y amigabilidad en la información.
• La Administración tiene un reto importante ante ella: saber c
onectar c
on esas c
omunidades de participación virtuales y físicas que ya existen, que ya están participando y aportando a la sociedad, y saber escuchar su mensaje e integrarlo en su política (participación de abajo arriba).