3.6. Brecha digital de apropiación
Continuando c
on el análisis desde la perspectiva del modelo de empoderamiento digital, un tercer estadio de madurez es el de la apropiación de las TIC. Esto es, ese momento en el que las personas son c
onscientes de que las TIC les reportan unos beneficios y mejoras a sus vidas, motivándoles a hacer un uso más intensivo y avanzado de ellas. En esta fase, no hablamos de un uso accidental y puntual de herramientas TIC básicas, sino de realidades en las que las personas llegan incluso a investigar si usos innovadores de las TIC aplicados a aspectos c
omunes y c
otidianos de sus vidas (empleo, relaciones sociales, salud…) producen un efecto de mejora.
Por tanto, para abordar el análisis de la brecha digital de apropiación, hemos querido averiguar c
uáles son los motivos que se encuentran detrás de esas personas que se c
onforman o han alcanzado un uso básico de las TIC y no pueden o no desean avanzar más en su particular proceso de maduración digital.
Para ello, hemos vertebrado el análisis en torno a aquellos aspectos que hemos c
onsiderado c
laves en la apropiación de las TIC:
caso de las personas mayores de 55 años. Por otra parte, el 65,5% de las personas inmigrantes usuarias de Internet afirma que las TIC han mejorado especialmente sus relaciones sociales, si bien no
creen que les favorezca la búsqueda de empleo o sean el origen de una mejora en sus
condiciones laborales en Euskadi. Una reflexión que es
compartida por la población de Euskadi usuaria de Internet
con estudios primarios o inferiores, entre los
cuales solo el 1,3% percibe que las TIC haya mejorado su situación laboral. ¿Qué se esconde entonces detrás de estas
cifras? El análisis nos muestra que existe una
clara
correlación entre el nivel de
conocimiento sobre las TIC y su frecuencia de uso y la percepción de los beneficios de su uso (un
conocimiento TIC más básico y una baja frecuencia de uso se
corresponden
con una baja percepción de utilidad o impacto en nuestra
calidad de vida). Esta afirmación se evidencia, por ejemplo, en un mayor reconocimiento de la utilidad de las TIC en usos avanzados
como la tramitación
con las administraciones, realización de gestiones
con la banca, búsqueda de empleo, o realización de
compras por Internet entre aquellas personas
con un perfil de
conocimiento TIC alto, y que realizan un uso intensivo de estas herramientas. Asimismo, otros factores
como la situación laboral o el nivel de estudios se muestran de nuevo
claves a la hora de evidenciar diferencias en la percepción de lo que las TIC aportan a sus vidas (menor nivel de estudios y situación laboral más desfavorable se
corresponden
con percepciones más bajas de utilidad en usos más avanzados).
criterios que pueden ser
considerados
como generadores de brecha digital en la apropiación de las TIC es el hecho de ser
conscientes de que si no integramos las TIC a nuestras vidas, podríamos estar perdiendo oportunidades en diferentes ámbitos de nuestras vidas (relaciones sociales, trabajo, estudios, etc.), o incluso incrementar nuestras posibilidades de padecer una brecha social.
Cuando le preguntamos a la
ciudadanía de Euskadi sobre
cuáles son los principales riesgos de no usar las TIC, los tres primeros puestos de su ranking están ocupados por: la falta de información, quedarse obsoletos y desactualizados, y el aislamiento social. En otras palabras: no estar bien informados, no estar actualizados y no
contar
con unas buenas relaciones sociales. Un 11,1% declara no
creer que ello implique algún tipo de desventaja o riesgo. Al tratar de ponerle
cara a este porcentaje, descubrimos (tal y
como se muestra en el informe) que son precisamente aquellos
colectivos más vulnerables a sufrir brechas digitales los no relacionan el no uso de las TIC
con ningún tipo de riesgo.
creen que el hecho de no usar las TIC podría ser un factor agravante de la brecha social, tan solo el 56,5% de la población lo
cree así.
conocimiento de
cuáles son las
competencias digitales que yo necesito, mi nivel de adquisición de dichas
competencias, así
como el reconocimiento de las
competencias que me falta por adquirir, y
cómo y dónde adquirirlas. Un dato relevante, sin duda, es que el 56,8% de la población encuestada se declara
como usuario/a básico/a de TIC. Según factores demográficos y socioeconómicos, los perfiles que en mayor medida se identifican
como usuarios básicos son las personas jubiladas y mayores, mujeres, personas
con estudios primarios o inferiores, inmigrantes y personas
con algún tipo de diversidad funcional. Una de las
claves del modelo de empoderamiento digital es la posibilidad que tienen las personas para moverse por los diferentes estadios de madurez. Ello implica aprender, probar, practicar,
continuar una especie de itinerario personal de madurez en el uso de la tecnología que tiene mucho que ver en ocasiones
con brechas de aprendizaje, o
con dificultades a la hora de identificar
cuáles son las
competencias digitales que necesito, o dónde dirigirme para adquirirlas.
¿Es c
onsciente la gente de que se encuentra inmersa en un itinerario de empoderamiento digital y que tiene c
apacidad o necesidad de c
ontinuar avanzando? Un 15,4% de la población encuestada declara que no percibe ninguna necesidad de seguir aprendiendo o profundizando en el uso de las TIC, se c
onforman c
on lo que actualmente está a su alcance. Este porcentaje nos habla también de un amplio sector de la población vasca usuaria de Internet que sí reconoce necesidad o deseo de seguir aprendiendo. ¿Y c
ómo lo hacen?
El 94,5% de la población declara que el aprendizaje sobre TIC ha sido mayoritariamente autodidacta (o c
ombinando esta metodología c
on acciones formativas puntuales). Un hecho predominante especialmente en los grupos de edad más jóvenes. C
uando ponemos el foco de análisis en las acciones formativas públicas o privadas destinadas a la formación TIC, personas mayores y personas c
on diversidad funcional son quienes hacen uso de esta modalidad en mayor medida.
¿Y es entendido este proceso de aprendizaje c
omo un continuum que requiere de una actualización c
onstante? Lo que deja bien c
laro las c
ifras es que, al menos, esta actualización no se vincula a la realización de c
ursos. Un 53,3% de la población encuestada que ha realizado c
ursos sobre TIC lo ha hecho hace más de dos años, de los c
uales un 33,7% ha realizado el último c
urso hace más de c
inco años.
Hemos querido investigar si se percibe la c
onexión entre las competencias TIC y su utilidad en ámbitos vitales c
omo el empleo. Así, ante la pregunta de si c
ree que tiene las competencias digitales que requiere el mercado laboral actualmente, un 15% declara que no, junto a un 25% que dudan o directamente no lo saben. ¿Y c
onocen dónde deberían acudir para adquirir dichas c
ompetencias? Un 25,7% de las personas encuestadas declara no saber a dónde acudir en c
aso de tener que adquirir dichas c
ompetencias digitales aplicadas al mundo laboral.
(Ilustración 6)
Personas de 16 y más años usuarias de Internet por respuesta a la pregunta “¿Sabría dónde adquirir los c
onocimientos sobre c
ompetencias digitales que el mercado laboral demanda hoy en día?” (%), 2012
Elaboración propia a partir de datos de la encuesta sobre apropiación de las TIC y e-participación del Ararteko, 2012.
Como respuesta a estos aspectos, en el c
apítulo de Recomendaciones hemos planteado un c
onjunto de medidas entre las que, a c
ontinuación, destacamos algunas de ellas: una mayor innovación en los procesos formativos TIC c
omo antídoto a la brecha de aprendizaje; una mayor diversificación de los usos de las TIC desde edades tempranas, a través de actividades que c
onecten el aprendizaje de usos avanzados de las TIC c
on c
ampos c
omo la c
reatividad, la vocación c
ientífica o la solidaridad; la urgente necesidad de una definición de un c
atálogo de c
ompetencias global (consensuado y que c
ontemple los diversos ámbitos de la vida c
omo la educación, el empleo, las relaciones sociales…) que permita a las personas identificar aquellas habilidades que son necesarias, c
ontrastar su nivel de adquisición de c
ompetencias digitales; o el esfuerzo de generar un mapa de recursos para la adquisición de c
ompetencias digitales en Euskadi que facilite a la c
iudadanía la tarea de identificar dónde acudir, qué oferta ofrece c
ada uno de esos recursos, y el grado en que estos se adaptan a sus necesidades (idioma en el c
aso de personas inmigrantes, accesibilidad de los equipamientos y aplicaciones para personas c
on diversidad funcional, etc.).