A lo largo de mi vida he tenido la ocasión de visitar Á
frica en muchas ocasiones. Los a
fricanos me han enseñado muchas cosas. Conociéndoles he descubierto los grandes principios de la vida digna. El derecho a
la vida no tiene nada que ver con la defensa a
ultranza del cigoto y del feto, como intentan hacernos creer a
lgunas instituciones políticas y religiosas. El derecho a
la vida no es el derecho a
la existencia o a
la subsistencia. El derecho a
la vida no es derecho a
uténtico si no protege una vida en dignidad.
El gran problema de nuestro tiempo se llama NTD: Nos Tienen Distraídos. El déficit, la prima de riesgo, el fútbol (y que conste que a
mí me gusta el fútbol)… Si queremos ser ciudadanos, tenemos que decir no las distracciones excesivas. Tenemos que liberarnos del miedo y ser rebeldes. Ya lo dice la Declaración Universal de Derechos Humanos: Los ciudadanos tenemos el “supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión”.