Existe una serie de información que la empresa debe facilitar a
la persona a
ntes de formalizar un contrato, de forma clara, comprensible y a
daptada a
las circunstancias de la información.
Un ejemplo claro es el presupuesto. Cuando contratamos un servicio, como la reparación de un electrodoméstico o la prestación de un servicio de telefonía, conviene solicitar un presupuesto previo y por escrito para saber cuánto deberemos pagar por el servicio. En el presupuesto debe constar claramente:
– La identificación de quién prestará el servicio (nombre y a
pellidos, dirección y NIF).
– La explicación del servicio que se realizará.
– El precio del servicio desglosado: mano de obra, desplazamientos, material y piezas de recambio.
– Los impuestos a
plicables.
– El plazo de validez del presupuesto y plazos de cumplimiento del servicio.
El contenido del presupuesto obliga a
l profesional a
respetar todo lo que se ha establecido si se contratan sus servicios durante el período de vigencia de este.