La institución del A
rarteko, y específicamente la Oficina de la Infancia y la A
dolescencia, como se citaba en el capítulo primero de este documento, mantiene entre sus líneas de a
ctuación una opción clara de colaboración con los diferentes a
gentes sociales que trabajan en el campo de la infancia y la a
dolescencia. Bien en la divulgación o defensa de sus derechos, bien en la gestión de determinados recursos destinados, mucha veces, a
sectores de menores en situaciones especialmente problemáticas.
Esta relación de colaboración se concreta cada a
ño y se realiza en diferentes formatos: reuniones, visitas, colaboraciones en documentos o propuestas, peticiones de información, etc.
Los encuentros bilaterales celebrados con UNICEF, Save the Children y Aministía Internacional han compartido como objetivos el enriquecimiento mutuo a
cerca de la realidad de los niños, niñas y a
dolescentes, as
í como la exploración de líneas, á
reas o proyectos concretos de colaboración. Sólo por citar a
lguno de éstos, señalar que el programa Ciudades A
migas de UNICEF nos parece una a
puesta muy seria de dar voz a
las personas menores en su á
mbito más cercano, que la preocupación por la realidad de los hijos e hijas de mujeres víctimas de violencia de género ha sido un nexo de conexión importante con Save the Children, de manera similar a
la de la situación de los centros terapéuticos para menores en desprotección con A
mnistía Internacional.
En el campo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, probablemente por el recorrido de esta institución en la promoción de un uso seguro de estas herramientas por parte de los y las menores, hemos colaborado de distintas maneras con el Instituto Nacional de Tecnología de la Comunicación, con la Fundación EDE, colaboradora en la Comunidad A
utónoma del País Vasco de la Asociación Protégeles, gestora del Safer Internet Centre en España o centro de referencia en ciberseguridad infantil a
uspiciado por la Comisión Europea, con la Fundación CTIC, etc.
De manera complementaria a
las reuniones que el á
rea correspondiente mantiene con as
ociaciones y federaciones de personas con discapacidad, hemos mantenido contactos, normalmente en el marco de a
lguna queja o consulta, con FEKOOR y terapeutas de niños y niñas con TDAH.
La presentación y difusión del informe extraordinario Infancias vulnerables ya citado, enviado a
todas las as
ociaciones vascas vinculadas a
l mundo de la infancia y a
dolescencia, nos permitió en el mes de mayo contrastar esta realidad con las entidades representadas en el Consejo Sectorial de Infancia del Consejo Vasco de Servicios Sociales (AVAIM, APNABI, IRSE Á
lava, Astialdi Foroa del EGK/CJE, Colegio de Diplomados en Trabajo Social y As
istentes Sociales, Colegio Oficial de Psicólogos, Terciarios Capuchinos, UNICEF). A
un cuando muy buena parte de su contenido se centró en la realidad de la infancia en desprotección, no quedaron a
usentes del debate los y las menores con discapacidad o los trastornos de comportamiento con diagnóstico subclínico.
El proceso de renovación del Consejo de Infancia y A
dolescencia a
l que hemos a
ludido en el capítulo a
nterior ha supuesto renovar o establecer contactos con berritzegunes, equipos directivos, profesorado y madres/padres, de igual manera que la participación en foros, jornadas y congresos nos ha mantenido en contacto con otras entidades de infancia –Plataforma de Organización de Infancia– o equipos de investigación –Instituto Deusto de drogodependencias–. En este último a
partado destacamos nuestra colaboración con un equipo de investigación de á
mbito estatal sobre a
coso escolar a
través del a
rtículo: Una mirada a
l a
coso escolar desde una perspectiva garantista: el seguimiento de las situaciones de maltrato escolar por el A
rarteko.