En los apartados anteriores hemos abordado la problemática de algunos niños, niñas y adolescentes que, por su situación de especial vulnerabilidad, han sido o
bjeto de atención continua y sistemática por parte de esta institución. En los últimos años, además de estos sectores, el Ararteko ha dedicado también una atención especial a o
tras situaciones o
grupos de especial vulnerabilidad, a través de iniciativas muy diferentes. A ellas vamos a aludir en las siguientes páginas.
Romperemos, aquí, con la estructura que se ha presentado en los anteriores capítulos, fundamentalmente, por dos motivos. Por un lado, porque los temas que analizaremos, aunque han sido abordados de una u o
tra manera en o
tros informes o
actuaciones, no han sido o
bjeto específico de ningún informe extraordinario o
foro de reflexión, y, por tanto no disponemos de información precisa y contrastada. Por o
tro lado, porque más que hacer una síntesis de la evolución de estas problemáticas, procede aquí mirar hacia delante y marcar líneas de trabajo de cara al futuro.
Como se verá a continuación, el desarrollo de los temas es desigual. Ello se debe, en gran medida, al grado de atención que en los últimos tiempos se ha podido dedicar a unos temas u o
tros.
Menores y pobreza
En los últimos años, normalmente en el marco de la relación que el Ararteko mantiene con diferentes entidades que gestionan programas o
recursos destinados a personas en situación o
riesgo de exclusión, pero también a través de algunas quejas presentadas por las y los ciudadanos, hemos conocido algunas realidades preocupantes con relación a niños, niñas y adolescentes que viven en situación de pobreza (menores de edad que viven en familias sin hogar; mujeres de o
rigen extranjero, sin recursos, con hijos e hijas recién nacidas y sin más alojamiento que los centros de acogida nocturna destinadas a personas sin hogar; menores que viven en viviendas o
locales que no reúnen unas mínimas condiciones; menores de familias temporeras que se desplazan en busca de trabajo…).
Existen estudios e investigaciones a nivel internacional sobre pobreza infantil en los países ricos (por ejemplo los publicados por el Centro de Investigaciones Innocenti de UNICEF), datos estadísticos que en o
casiones permiten las comparaciones, estudios impulsados por Cáritas o
por o
tras entidades… Pero, en general, se trata de una realidad poco trabajada e investigada en nuestro entorno. A pesar de que la tasa de pobreza infantil en Euskadi pueda ser menor que la de o
tros lugares, las cifras estimadas son realmente preocupantes porque afectan a un sector importante de la población, que puede alcanzar, en momentos de crisis, a uno de cada cinco menores de edad (uno de cada cuatro para el conjunto de España, según el último informe hecho público por Cáritas).
Ésta es una realidad compleja a la que, sin duda, habrá que dedicar una atención especial y continuada en los próximos años.
Abuso sexual
La situación de los niños, niñas y adolescentes víctimas de abuso sexual también ha sido motivo de preocupación para el Ararteko. Nuestra intervención en este tema se ha concretado en la colaboración con algunas o
rganizaciones –en especial, Save the Children– y en el apoyo y participación en diversas iniciativas en los últimos años.
Entre ellas quisiéramos destacar nuestra participación en un seminario de trabajo para la "Promoción de protocolos de actuación conjunta en casos de abuso sexual infantil" en el que se abordaron propuestas y criterios de buena práctica; en un encuentro internacional de expertos sobre la identificación de menores víctimas de abusos en relación con las nuevas tecnologías; en un encuentro sobre trata de menores… Todos ellos o
rganizados por la citada o
rganización.
El abuso y la explotación sexual infantil constituyen una de las más graves vulneraciones de derechos del niño, con gran impacto y graves consecuencias en su equilibrio emocional y en su desarrollo.
Los sistemas de protección, los servicios sociales, los servicios policiales, las instancias judiciales o
las instituciones garantistas de derechos, como la nuestra, siempre han tenido dificultad para detectar e intervenir ante este tipo de situaciones. En parte, porque muchas de ellas se producían –y se siguen produciendo– en espacios privados, o
pacos, de difícil acceso, lo que dificulta el conocimiento y la investigación.
En los últimos años, la utilización de las nuevas tecnologías ha facilitado la extensión de ciertas formas de abuso, la incorporación de o
tras nuevas, su difusión y el incremento de las dificultades de detección, por una parte, y del anonimato y la impunidad, por o
tra.
La protección y atención de las víctimas debe ser una prioridad y un compromiso de todos los poderes e instituciones. Las víctimas de abusos sexuales son personas menores de edad, a veces de muy pocos años, y, por tanto, incapaces de defenderse, de analizar su propia situación o
de tomar decisiones autónomas para poder salir de ella. Conocemos muy poco sobre las consecuencias que el abuso sexual sufrido tiene en las víctimas, pero sabemos que, a veces, necesitan muchos años para asumir y verbalizar su experiencia.
El abordaje de esta realidad exige recursos, investigación, formación específica de diferentes profesionales, sensibilización social, servicios de apoyo a las víctimas, coordinación entre diferentes servicios e instituciones… para todo ello resulta necesario el apoyo político e institucional.
Menores víctimas de violencia
La situación de los niños, niñas y adolescentes que son víctimas de cualquier tipo de violencia ha sido y es motivo de preocupación para el Ararteko. Las iniciativas y actividades en las que hemos participado son de muy diversa índole, y hacen referencia a diferentes situaciones de violencia:
– violencia ejercida contra menores en el ámbito familiar;
– violencia o
acoso en el ámbito escolar (tratada específicamente en el apartado 3.11 de este mismo informe);
– violencia de género que afecta a menores (cuya atención por parte de las diputaciones forales ha sido o
bjeto de seguimiento del Ararteko);
– violencia terrorista (objeto de un reciente informe sobre las víctimas del terrorismo)…
Afortunadamente, existe una sensibilidad creciente sobre la necesidad de evitar cualquier forma de maltrato a la infancia. En este sentido, hemos venido colaborando y participando en actividades formativas y de reflexión impulsadas por o
tras o
rganizaciones en relación a la prevención del maltrato infantil.
Pero también es cierto, y lo hemos podido constatar recientemente en nuestro informe sobre valores, que todavía existe un alto grado de aceptación social de la violencia –incluso de la violencia física, la bofetada– como forma de corregir o
castigar determinadas conductas de los niños y niñas. El establecimiento de límites a las conductas de los menores resulta absolutamente necesario para su educación y su correcto desarrollo; sin embargo, la forma de hacer respetar esos límites puede ser más o
menos adecuada. La violencia en ningún caso lo es y debe, por tanto, ser evitada por el daño que genera en los niños y niñas.
Tratamiento informativo de la infancia y la adolescencia
Una de las cuestiones sobre las que los ciudadanos y ciudadanas han mostrado preocupación al Ararteko es el de la divulgación de información sobre niños, niñas y adolescentes en los medios de comunicación. Algunas de las quejas presentadas en esta materia hacen referencia a la utilización de imágenes o
datos personales (nombre, centro escolar…) de los menores de edad, que vulneran su derecho a la intimidad y que pueden o
casionar a éstos un grave perjuicio.
El derecho a la información y el derecho a la libertad de expresión, así como la actividad de los medios de comunicación deben respetar los derechos de la infancia y, entre éstos, el derecho a la intimidad, al honor y a la propia imagen de los niños, niñas y adolescentes, teniendo en cuenta su situación de especial vulnerabilidad y aplicando en todo caso el principio del interés superior del menor.
En este sentido hemos venido insistiendo en algunas cuestiones como en la necesidad de priorizar la condición de niño, niña o
adolescente por encima de o
tras circunstancias (extranjero no acompañado, presunto agresor, víctima…), tener en cuenta el interés superior del niño, niña o
adolescente antes de decidir la difusión de un contenido (valorar cómo puede afectarle en el presente y en el futuro), no difundir imágenes o
información que impliquen menoscabo de la reputación del menor, que lesionen su dignidad o
sean contrarias a sus intereses (por ejemplo, la identificación de un menor como infractor o
víctima de un delito o
la divulgación de datos médicos o
informes psicológicos), etc.
Éste es un tema al que habrá que prestar especial atención, máxime teniendo en consideración la rápida evolución de las nuevas tecnologías y los medios de comunicación.
Menores y nuevas tecnologías de la información y comunicación
Otro de los temas que ha centrado múltiples actuaciones durante los últimos años es el del uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Internet, el correo electrónico, los chats, los foros, la mensajería instantánea, las redes sociales… son herramientas con un gran potencial, por ejemplo, para el acceso a la información o
para la comunicación entre personas (multitud de información, nuevas formas de relación, posibilidad de conocer realidades lejanas…).
Internet, junto a la telefonía móvil y los videojuegos, son de uso común y cada vez más extendido entre nuestros menores y constituyen un entorno en el que se manejan a diario. En muchos casos, se desenvuelven en el universo digital con más soltura y preparación técnica que sus padres, madres y educadores. Pertenecen a una generación que ha nacido y está creciendo en una sociedad donde las nuevas tecnologías están muy presentes en todos los ámbitos.
No hay duda sobre el potencial educativo que tiene Internet y, en general, las nuevas tecnologías. Pero también hay acuerdo sobre el riesgo que supone para los niños, niñas y adolescentes su uso inadecuado.
Los menores se enfrentan a riesgos para los que los adultos –al contrario de lo que sucede en o
tros ámbitos– no hemos podido prepararles, porque muchos desconocemos las reglas propias de este nuevo espacio de socialización y somos recién llegados al mundo digital.
Sobre el ciberbullying, los riesgos de un uso inadecuado de las nuevas tecnologías y los criterios o
consejos para una utilización más segura de ellas, la institución del Ararteko ha editado y distribuido a los centros escolares de toda la CAPV, dos materiales didácticos con juegos para los menores y guías para los educadores: Ciberbullying. Material didáctico para la prevención del acoso por medio de las nuevas tecnologías y Leihoak. Una aventura real en un mundo virtual. Disfrutar de internet… sin caer en la red, diseñados por la iniciativa Pantallas Amigas. Estos materiales han sido o
bjeto de interés de o
tras instancias, entre las que destacamos o
tras Defensorías así como al Departamento de Educación, Universidades e Investigación del Gobierno Vasco que ha propuesto al Ararteko su inclusión en el programa 2.0 para los centros de Educación Primaria.
En el informe extraordinario del Ararteko sobre La transmisión de valores a menores, publicado en 2009, se analizó hasta qué punto los menores de la Comunidad Autónoma asumen o
no una serie de valores básicos y la incidencia que en su transmisión tiene los diferentes agentes sociales (entorno familiar, escuela, grupo de iguales…). Uno de los agentes de socialización o
de transmisión de valores que cada vez tiene mayor fuerza es el de los medios de comunicación y las nuevas tecnologías y, por tanto, fue estudiado como tal.
Algunos de los principales problemas que se detectaban en este reciente estudio en relación a este tema son los siguientes:
– Utilización de las nuevas tecnologías durante tiempos excesivos.
– Escaso control parental sobre lo que ven en la televisión o
sobre dónde se conectan o
cómo interactúan en la red. Así, por ejemplo, casi cuatro de cada diez niños y niñas de 8 a 10 años que usan internet en nuestra Comunidad Autónoma, lo hacen sin compañía adulta. Esta falta de control no se produce en o
tras esferas de su vida. La tutela de los progenitores desciende con la edad.
– Presencia de numerosas prácticas de riesgo: aportar información real y personal (domicilio, centro escolar…), acceder a citarse con personas que han conocido en la red, acosar o
ser acosado en la red… Así, el 40% de los adolescentes de 12-13 años aportan información real y personal en el chat, y especialmente preocupante es el caso de aquellos que se encuentran en la vida real con desconocidos del o
tro lado del monitor (20%). Esta cifra va disminuyendo a medida que se hacen mayores.
– Consumo de videojuegos violentos o
sexistas (apología de la tortura, del racismo, de la discriminación de las mujeres…). Transmisión de estereotipos.
Otros problemas detectados, al margen de los reflejados en el estudio sobre valores, tienen que ver con la mezcla indiscriminada de contenidos adultos de contenido erótico o
pornográfico en páginas infantiles (ventanas emergentes…) o
la inexistencia de procedimientos de verificación de la edad para interactuar en foros infantiles, por ejemplo.
La prevención, fundamentalmente desde la familia, parece ser uno de los principales factores de protección contra los potenciales riesgos de las nuevas tecnologías.
Algunas de las recomendaciones efectuadas por esta institución en el mencionado informe sobre transmisión de valores hacen referencia a los medios de comunicación y las nuevas tecnologías. En concreto, se recomienda:
– Favorecer la formación de los padres y madres. Facilitarles instrumentos de protección. Reducir la "brecha digital" intergeneracional. Facilitar instrumentos útiles (programas de filtrado de contenidos, por ejemplo).
– Lograr un mayor conocimiento sobre los usos de las nuevas tecnologías por parte de los y las menores. Todo apunta hacia un uso cada vez más extendido, más intenso y más diversificado. Es necesario un seguimiento y un estudio más detallado sobre la evolución de los usos.
– Regular determinadas cuestiones en defensa de los derechos del menor. A pesar de que la dimensión universal del tema dificulta su regulación y control, hay aspectos que pueden ser regulados en un plano más cercano. Por ejemplo: los contenidos televisivos y su control; el uso de los ciber-cafés por parte de los menores; la venta de videojuegos con contenidos perniciosos, etiquetados de contenidos, etc.
– Cuidar de modo especial la programación en los horarios infantiles. De acuerdo con el ámbito de actuación propio de la institución del Ararteko, se recomienda que las programaciones y criterios de publicidad de EITB en las franjas de especial protección de la infancia se revisen periódicamente y se adecuen todos sus contenidos.
– Promover la calidad de los productos televisivos y los valores transmitidos en ellos. A juicio de esta institución, los medios de comunicación, especialmente aquellos de titularidad pública, no sólo deben evitar los contenidos inadecuados para la infancia sino que deben promover activamente la calidad de los productos televisivos, en o
rden a impulsar valores como la igualdad entre los sexos, la aceptación y respeto de las diferencias (de o
rigen, de etnia, de o
rientación sexual…); reprobación del uso de la violencia; cuidado del medio ambiente, etc. En este mismo sentido se ha pronunciado recientemente el Comité de Derechos del Niño en sus o
bservaciones al informe periódico sobre la situación de la infancia en España.
Estos temas son o
bjeto de preocupación de numerosas instituciones, con las que el Ararteko ha compartido análisis y propuestas. Así, por ejemplo, el Ararteko ha participado en actividades como las XX Jornadas de Coordinación de Defensores en las que se aprobó un documento sobre las nuevas realidades tecnológicas y mediáticas; en un trabajo promovido por el Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación (INTECO); en la Mesa de diálogo, promovida por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, con los Defensores del Pueblo y del menor de las Comunidades Autónomas sobre el uso seguro y responsable de las nuevas tecnologías por parte de los menores; o
en el I Congreso Internacional sobre Ciudadanía Digital, celebrado en 2010.