1.1. Informe extraordinario sobre el papel de las instituciones v
ascas respecto a los consumos de drogas de la adolescencia
El día 19 de abril se entregó a la presidenta del Parlamento V
asco el informe extraordinario sobre el papel de las instituciones v
ascas respecto a los consumos de drogas en la adolescencia, que fue presentado posteriormente, en fecha 23 de junio de 2010, ante la Comisión de Derechos Humanos y Solicitudes Ciudadanas de la cámara v
asca.1
Objeto del informe:
Este informe responde a una petición del propio Parlamento V
asco y aborda una cuestión que suele ser objeto de debate y de preocupación social: la relación, muchas v
eces problemática, entre las drogas y los/las adolescentes.
El informe del Ararteko aprovecha datos conocidos y analiza, principalmente, cuáles son las respuestas que las instituciones ofrecen a esas realidades cambiantes, con qué resultados, qué opinan sobre ellas los diferentes agentes, cuáles son las líneas de actuación que hay que reforzar o que exigen mejoras.
Los datos sobre consumos son tercos: entre los y las escolares de la CAPV, un 28% fuma, aunque el mayor porcentaje de fumadores/as (7,5%) afirma que consume entre 1 y 5 cigarrillos diarios. El 40,5% de la juventud ha probado alcohol 40 o más v
eces a lo largo de su v
ida. Un 24,8% ha seguido haciéndolo con la misma frecuencia durante el último año y un 3,4% consume a diario, ya que ha ingerido alcohol 40 o más v
eces a lo largo del último mes. El 44,5% ha probado el hachís a lo largo de su v
ida, el 35,5% a lo largo del último año y el 26% en el último mes. De entre las personas habituadas (último mes), un 8,2% podría ser considerada consumidora de riesgo de cannabis. La droga ilegal que ocupa el segundo lugar en la experimentación es la cocaína, seguida de las anfetaminas.
Pero, aunque es cierto que la mayoría de la población escolar experimenta en algún momento con drogas (especialmente con el tabaco, el alcohol o el cannabis), resulta igualmente cierto que no continúa consumiéndolas de forma periódica a lo largo del tiempo. Es importante, por tanto, que diferenciemos entre consumos esporádicos, consumos habituales, consumos de grave riesgo, dependencia. Afortunadamente, una buena parte de la población adolescente o no consume o practica un consumo esporádico, asociado muchas v
eces a su propio proceso evolutivo, a modo de experimentación o como una forma de integración en el grupo de iguales. Esto no significa que v
aya a ser en el futuro una persona drogodependiente.
El informe se estructura en dos grandes partes con entidad propia: una primera, centrada en los datos, y una segunda, en la que se recogen y analizan las opiniones.
Respecto a las Opiniones, hay un capítulo o apartado (5.3) sobre el que nos gustaría llamar especialmente la atención: el capítulo dedicado a recoger la v
oz de los propios adolescentes, de las propias adolescentes. En él se ofrecen sus opiniones sobre múltiples cuestiones: qué entienden por prevención; a quién consideran una persona toxicómana; cuáles son sus motivos para consumir; si les resulta fácil acceder a las drogas; cómo influye la edad o el sexo en los consumos; cuál es su "clasificación" particular de las drogas; cómo v
aloran la intervención de diferentes agentes sociales (como la policía, la escuela, la familia, los medios de comunicación). En este tema, y en todos los que les conciernen, nos parece muy importante recoger la v
oz y las propuestas de las personas menores de edad, conocer de forma directa sus opiniones.
En todo caso, como es natural, el informe (caps. 5 y 6) recoge también las opiniones de otros agentes sociales como las familias, el profesorado y otras instancias sociales relacionadas con la población menor de edad.
Aparece como muy importante analizar los consumos de drogas de la adolescencia no como un fenómeno aislado, sino en nuestro propio contexto social.
Conclusiones y recomendaciones:
Este informe destaca con claridad, al menos, dos grandes áreas necesitadas de mejora con urgencia:
1) La coordinación entre todas las instancias que trabajan en este campo.
2) Un mayor desarrollo de la prevención selectiva, dirigida específicamente a determinados sectores de la población adolescente en situaciones de especial riesgo o v
ulnerabilidad.
Las primeras recomendaciones del Ararteko se centran, precisamente, en esas dos cuestiones (recomendaciones 1 a 5, sobre la coordinación y liderazgo institucional; recomendaciones 6 a 11, sobre las actuaciones de prevención selectiva, dirigida a determinados grupos de personas especialmente v
ulnerables.)
El resto, hasta un total de 21 recomendaciones, plantean propuestas de mejora en cada uno de los tres ámbitos considerados (el escolar, el familiar, el del tiempo libre), así como en la percepción social y en la participación activa de la propia población adolescente (capítulo 9). (Ver el apartado 5.1. del informe de la Oficina de la Infancia y la Adolescencia).
1 Puede accederse al texto completo de la comparencia en la web del Ararteko.