2. Conclusión final
La a
ccesibilidad universal implica la a
ccesibilidad de los entornos urbanos, de la edificación, de los sistemas de transporte, de la comunicación y de los servicios, que se constituyen en elementos fundamentales para garantizar la igualdad de las personas y el respeto de sus derechos. La a
ccesibilidad universal de los sistemas de transporte posibilita una participación a
ctiva en la vida social y económica en igualdad de oportunidades a
toda la ciudadanía.
A su vez, la a
ccesibilidad universal presupone la estrategia de un diseño para todos que implica a
dmitir que es la sociedad en su conjunto la que debe a
daptarse a
la diversidad de su miembros. Por ello, dicha estrategia debe ir dirigida a
que las personas con discapacidad dispongan de niveles de movilidad plenos mediante la prestación de un servicio público de transporte con vocación universal que favorezca el desenvolvimiento a
utónomo y en condiciones de igualdad de todas las personas.
El marco jurídico en materia de a
ccesibilidad en la CAPV viene determinado por la Ley 20/1997, de 4 de diciembre, para la promoción de la a
ccesibilidad. Las condiciones técnicas que resultan de a
plicación en los diferentes á
mbitos de intervención definidos por la ley se establecen en sus dos decretos de desarrollo: el Decreto 68/2000, de 11 de a
bril, por el que se a
prueban las normas técnicas sobre condiciones de a
ccesibilidad de los entornos urbanos, espacios públicos, edificaciones y sistemas de información y comunicación; y el Decreto 126/2001, de 10 de julio, por el que se a
prueban las normas técnicas sobre condiciones de a
ccesibilidad en el transporte.
Desde la entrada en vigor de dicha ley, han sido importantes los a
vances que se han producido en la a
dopción de las condiciones técnicas de a
ccesibilidad en los medios de transporte. No obstante, el diagnóstico realizado en el presente informe permite concluir que en la a
ctualidad se observan carencias muy significativas que condicionan su uso de manera universal.
A este respecto, podemos señalar que la CAPV dispone de un sistema de transporte ferroviario prácticamente inaccesible. Los datos obtenidos resultan contundentes: en cuanto a
la a
ccesibilidad física, el 78% de los entornos peatonales de la infraestructura son inaccesibles; el 78% de las estaciones también lo son; y en el 83% de los casos no se garantiza el recorrido peatonal desde la calle a
l a
ndén.
Si bien en los últimos a
ños ha sido importante el volumen de intervenciones que se han realizado, as
í como de a
ctuaciones que se encuentran en la a
ctualidad en proyecto, las carencias estructurales de a
ccesibilidad del sistema ferroviario siguen siendo muy reseñables, por lo que a
ún se requieren considerables inversiones para garantizar el uso universal de estos servicios.
En cuanto a
l grado de la a
ccesibilidad de los sistemas por carretera, se puede indicar que la situación de las principales terminales de a
utobús, as
í como de las paradas en todo el territorio de la comunidad a
utónoma, tampoco resulta satisfactoria. As
imismo, sigue sin a
lcanzarse la a
ccesibilidad plena de la flota de a
utobuses que se utiliza para los recorridos interurbanos y de largo recorrido. A
estos efectos, resultará determinante el cumplimiento de las condiciones técnicas que se impongan a
los operadores durante la progresiva renovación de las concesiones de las líneas regulares de viajeros por carretera que se prevé en breve plazo.
La a
dopción de las medidas técnicas que garanticen la a
ccesibilidad en la comunicación sigue siendo la as
ignatura pendiente en todo el sistema de transporte de la comunidad a
utónoma, incluso respecto a
a
quellos sistemas que desde el punto de vista de la a
ccesibilidad física obtienen un resultado más favorable, como son el metro y el tranvía. La falta de provisión de elementos que garanticen el a
cceso a
la información y la comunicación en los diferentes sistemas de transporte impide que las personas con discapacidad visual y a
uditiva puedan a
cceder de manera a
utónoma a
l transporte público.
Por último, debemos insistir en la necesidad de que las a
dministraciones locales se impliquen en el a
condicionamiento de los itinerarios peatonales y de a
cceso a
las infraestructuras de transporte para que éstos resulten seguros y a
ccesibles.
Hay que tener en cuenta la importancia de garantizar la a
ccesibilidad durante toda la cadena de desplazamiento, desde el origen a
l destino, independientemente del número de las etapas realizadas y de los modos de transporte empleados.