Al igual que sucede en otras infraestructuras a
eroportuarias, su ubicación a
lejada de la capital obliga a
l empleo de medios motorizados para a
cceder a
la misma.
En la a
ctualidad, directamente a
la terminal se puede a
cceder mediante vehículo particular y a
través del servicio de taxi. La línea regular de a
utobús, que contaba con una parada contigua a
l edificio de la terminal, ya no penetra en la infraestructura.
La parada ha sido trasladada a
l exterior, en un entorno sin a
cera, junto a
una calzada con intenso tráfico de vehículos, y sin paso de peatones regulado por semáforos en las inmediaciones. Esta circunstancia representa un grave peligro para todo el personal usuario del a
eropuerto que a
cceda/salga de las instalaciones en a
utobús; muy en particular, si éstos cuentan con a
lguna discapacidad o tienen mermada su movilidad.
alt="Parada de a
utobús en el exterior de las instalaciones" />
alt="Entorno con elevado tráfico sin paso protegido" />
El itinerario peatonal desde la parada de a
utobús hasta el parking de vehículos resulta practicable, pero no cuenta con elementos guía –franjas de encaminamiento– para las personas con discapacidad visual.
Desde el a
parcamiento hasta el punto de encuentro para personas con movilidad reducida, ubicado en la entrada de la terminal, el recorrido presenta complicaciones por la presencia de bolardos en los vados y un pavimento con irregularidades. A
l igual que en el tramo previo, no hay franjas táctiles que encaminen a
decuadamente a
la persona con discapacidad visual.
alt="Itinerario peatonal desde la parada a
l parking" />
alt="Obstáculos en los vados peatonales" />
Recientemente se han a
cometido las obras de a
mpliación del a
parcamiento de la terminal. A
ctualmente, son seis las plazas reservadas para personas con movilidad reducida de las 233 existentes, de conformidad con los criterios establecidos por la normativa de a
ccesibilidad vigente (una plaza por cada 40 de las existentes o fracción equivalente).