2.1. Expedientes de queja de o relativos a niños, niñas y adolescentes: un acercamiento cuantitativo
El número de expedientes de queja en los que, de manera expresa, se cita la presencia o implicación de niños, niñas y adolescentes alcanza en 2011 la cifra de 292 que, respecto a la totalidad de la actividad del Ararteko supone casi el 12,4% de éstos. Conviene señalar que en este cómputo se han incluido dos supuestos:
No han sido contabilizadas, aunque sí merecen ser tenidas en cuenta, las 290 quejas referidas a la Renta de Garantía de Ingresos y presentadas por familias en las que, en un alto porcentaje, existen menores. Sin entrar en grandes análisis, son muchos los estudios que relacionan la escasez de recursos económicos y la falta de acceso a bienes materiales con dificultades para disfrutar, en igualdad de oportunidades, de los derechos a la educación y a la salud, entre otros. Además, los contextos de pobreza y exclusión social afectan a las familias y al bienestar de niños y niñas en otros aspectos como el de las relaciones familiares y sociales, incrementando su vulnerabilidad frente al maltrato, la violencia y el abandono escolar. El impacto en un número importante de familias de la situación de crisis económica y de empleo, a la par que el retroceso en las políticas públicas que garantizan unas rentas mínimas (red última de protección) para la vida, compromete, sin ninguna duda, las posibilidades de desarrollo de los niños y niñas que se crían en ellas.
En relación con quién presenta la queja, podemos afirmar que sólo un 11% de estas ha sido presentado por la o el propio menor que, en la práctica totalidad de los casos, se encuentra en una franja de edad muy cercana a la mayoría de edad legal. De hecho, conviene señalar que casi el 60% de estos menores han sido usuarios de recursos residenciales para infancia en desprotección hasta fechas muy recientes y plantean problemas relacionados con sus procesos de emancipación. El 89% restante de las quejas son presentadas por personas adultas, que refieren situaciones en las que hay menores afectados. De éstas, 32 ó el 12,3% tienen por titular a una asociación u organismo colectivo, que traslada en todos los casos situaciones que afectan a un número diverso de niños, niñas y adolescentes.
Gráfico 1. Distribución de las quejas según relación con el o la menor
Fuente: elaboración propia
La distribución de los expedientes por ámbitos temáticos, cuyo análisis pormenorizado constituye el núcleo fundamental del apartado 2.2. de este informe, es conforme a lo reflejado en el siguiente gráfico:
Gráfico 2. Distribución de las quejas según ámbito temático
Fuente: elaboración propia
De las 292 quejas recibidas y con la información disponible a la fecha de redacción de este informe, 42 han sido rechazadas, encontrándose el resto ya cerradas (con sus diversos resultados) o en alguna de las fases de su tramitación.
Gráfico 3. Porcentaje de quejas rechazadas y admitidas a trámite
Fuente: elaboración propia
Las tres principales causas para la no admisión de las quejas, en la medida en que aglutinan ya al 71,4% de éstas, son: que se trate de un asunto fuera del ámbito competencial de la institución del Ararteko (33,3%), seguido a cierta distancia por que se encuentre pendiente de resolución judicial (21,4%) y la evidente inexistencia de irregularidad (16,7%). Del 28,6% restante, 4 han sido remitidas el Defensor del Pueblo para que, dada su competencia sobre los asuntos expuestos, las investigue si lo considera pertinente, en 3 casos no se ha presentado reclamación administrativa previa o se está a la espera de los plazos legales de respuesta, en otros 3 se trata de conflictos entre particulares y en los dos últimos se da imposibilidad de tramitación por ser anónimos o presentar defecto de forma.
En todo caso, aun cuando en estos casos no se haya podido proceder a una investigación o intervención de la situación presentada en la queja y prescindiendo de aquellas rechazadas por evidente inexistencia de irregularidad, el análisis de las quejas no admitidas a trámite aporta una información valiosa respecto a situaciones en las que los derechos de los ciudadanos y ciudadanas pueden estar viéndose comprometidos. De hecho, en el segundo apartado de este capítulo se podrán encontrar comentarios referidos a algunas de estas situaciones, de la misma manera que a otras detectadas desde las oficinas de atención y que no se han traducido en quejas por motivos similares a los señalados arriba.
Por otro lado, es criterio de esta Defensoría que, con independencia de que los impedimentos competenciales señalados permitan o no tramitar formalmente una reclamación, siempre que comprobemos su fundamento debemos proporcionar a quien la plantee toda la ayuda que esté en nuestra mano. De esta forma tratamos de que nuestra intervención, aunque no siempre pueda referirse directamente al motivo de insatisfacción manifestado, resulte efectiva al menos en relación con la incidencia que éste pueda tener en su vida. A esta finalidad responden algunas de las actuaciones de que damos cuenta en las páginas siguientes.
Gráfico 4. Quejas rechazadas: motivos del rechazo
Para finalizar, conviene precisar que la mayor parte de nuestra actuación tiene su origen en estas quejas de las que hemos dado cuenta. No obstante, cuando tales quejas nos muestran problemas que pueden trascender el supuesto individual o, incluso, salta la alarma social en relación con alguna situación en la que entendemos se puede estar viendo comprometido alguno de los derechos de la infancia, el plan de actuación del Ararteko prevé iniciar expedientes de oficio. De ellos daremos cuenta al hilo de la exposición temática del apartado siguiente.