La institución del Ararteko se configura como instrumento de garantía de los derechos y libertadas de la ciudadanía en su relación con las administraciones públicas del País Vasco.
Constituye, por tanto, su objeto fundamental el de prestar un servicio a la ciudadanía con la máxima calidad, tanto en tiempo como en formas, de manera accesible y transparente, relacionándose con las administraciones públicas en la búsqueda de la efectividad de sus derechos.
Estos principios, presentes en muchos de los modelos de gestión pública que van consolidándose en las últimas décadas, tienen como referente singular el art. 41 de la Carta de Derechos fundamentales de la Unión Europea que consagra el derecho a una buena administración.
Su observancia exige su incorporación a la actividad cotidiana del Ararteko a través de un conjunto de compromisos que posibiliten un mejor desempeño de sus funciones, y que, además, sea apreciable por la ciudadanía vasca.
Como instrumentos para garantizar el derecho a obtener un buen servicio que debe predicarse del Ararteko, se consideran adecuados los siguientes:
- • El primero, que denominaremos compromisos de servicio y buena práctica administrativa del Ararteko, está orientado internamente hacia la propia institución del Ararteko y las personas que trabajan en ella. En él se establece el modelo organizacional de prestación de los servicios, de acuerdo con los principios de buenas prácticas administrativas, y dedica especial atención a los compromisos en relación con los derechos de ciudadanía, posibilitando avanzar en el modelo de calidad en el desempeño de sus funciones.
Con ello se posibilitan las características básicas de la buena administración: accesibilidad, transparencia, agilidad, simplificación, mejora continua, responsabilidad, cortesía, colaboración y participación.
- • El segundo, la carta de servicios, está orientado hacia la propia ciudadanía, mediante la que se pretende informar públicamente a la ciudadanía de los servicios que presta el Ararteko, de la forma en la que se prestan, y de los compromisos que adquieren todos los miembros de la institución en sus relaciones con la misma y en el desempeño de su trabajo, conforme a estándares de calidad y de evaluación.
Precisamente, son los usuarios y usuarias de sus servicios uno de sus pilares clave del sistema de evaluación además del establecimiento de mecanismos de participación ciudadana, en sintonía con la razón de ser del Ararteko como defensor de las personas.