EspañolPolíticas de apoyo a las familias en Euskadi: análisis y propuestas2014-06-236. ConclusionesLa realidad de las políticas europeas de apoyo a las familias es de gran diversidad, existiendo diferencias por países e incluso por regiones que, no obstante, se pueden presentar agrupadas en tres modelos principales: nórdico, continental y mediterráneo.Modelos organizativos y gasto públicoEn general, los modelos organizativos gubernamentales más avanzados en la gestión de políticas de apoyo a las familias combinan dos elementos: un ministerio con competencias específicas en familia, y por otro, una agencia u organismo encargado de coordinar y transversalizar las políticas familiares, siendo Francia o Suecia referentes en este campo.En cuanto al gasto público, la realidad europea es extremadamente desigual, con muchas diferencias por países (e incluso por regiones), encontrándonos países con un perfil de apoyos más centrados en la infancia (como Irlanda o Luxemburgo), otros con una mayor dedicación a la discapacidad (principalmente países nórdicos como Noruega, Finlandia y Dinamarca) y un tercer grupo más dedicado a las personas mayores (por ejemplo, Italia, Francia y Austria).La CAPV, en lo tocante al esfuerzo absoluto y relativo (gasto en porcentaje del PIB y gasto per cápita) obtiene una posición intermedia en el contexto de los principales países europeos, si bien con una distribución interna muy desequilibrada, ya que está muy orientado hacia la atención -sobre todo- de las personas mayores y -en menor medida- a la discapacidad (obteniendo posiciones medias-altas en estos dos ámbitos), quedando el apoyo a la infancia muy alejado de las ratios europeas.Respecto a la infanciaEn materia de infancia, los recursos en la CAPV son mucho menores y están muy alejados de los estándares medios de la Unión Europea. La principal razón es la inexistencia de un modelo universal de compensación de costes mediante transferencias económicas continuadas a las familias, como sucede en la mayor parte de los países del entorno, ya que la CAPV centra sus apoyos económicos en la fiscalidad (a diferencia de los países centroeuropeos y nórdicos).Este es quizás el elemento que genera más distancia entre el sistema vasco de apoyo a las familias y el de otros países europeos, ya que gran parte de los países europeos (Bélgica, Alemania, Dinamarca, Noruega, Francia, Austria, Finlandia, Luxemburgo, Suecia, etc.) mantienen transferencias periódicas y universales a familias por un importe medio de entre 100 y 150 mensuales al menos hasta los 18 años (en muchos casos complementados por deducciones fiscales en renta relativas a la estructura familiar y a los cuidados derivados de la atención a familiares).Respecto a los permisos de maternidad y paternidad, en Europa el permiso de maternidad es muy similar al estatal y al vasco, siendo de carácter universal, remunerado al 100% y con una duración de entre 15 y 18 semanas (aunque en países nórdicos como Suecia es mucho mayor y además fomenta la corresponsabilidad), y el permiso de paternidad medio es de entre 10 y 14 días, con salario también remunerado al 100%, si bien no todos los países lo contemplan aún.En todo caso, que la CAPV se sitúe en la media europea en estos casos no impide que los tiempos asignados generen controversia, ya que las familias europeas reclaman un incremento de la duración de los mismos por lo menos hasta de un mínimo de 24 semanas.Respecto a los recursos y servicios puestos a disposición de las familias para ayudarlas en la tarea de crianza de sus hijas e hijos, la situación en Europa es también muy variada, combinándose en líneas generales (Francia, Holanda, Bélgica o Austria) la oferta pública de recursos comunitarios tanto de carácter formal (escuelas infantiles) como no formal (childminding).En cambio, en la CAPV la orientación del modelo es netamente institucional y está muy volcada hacia la progresiva universalización del sistema de escuelas infantiles (principalmente Haurreskolak), que si bien arrojan aún carencias en su oferta de plazas (principalmente en zonas urbanas), sí ofrecen un horario de apertura similar al de otros países europeos (respondiendo, por tanto, los problemas de conciliación de las familias en muchas ocasiones más a los horarios laborales imperantes que a la propia amplitud horaria del sistema de escuelas infantiles).Y es que sin un replanteamiento de la racionalidad de los horarios laborales de la CAPV (que abarcan prácticamente todo el día en muchas ocasiones), la incidencia efectiva de los recursos de conciliación será menor, ya que los actuales horarios laborales son en general más extensos que los que un recurso público orientado a la infancia debe ofrecer.Respecto a la dependenciaEn materia de dependencia, la situación en Europa es también muy diversa por países y regiones, tanto en lo relativo a ayudas para la compensación de costes como en lo relativo a recursos y servicios de apoyo.En lo relativo a las ayudas económicas, a diferencia de lo que sucede en infancia, los permisos retribuidos y las ayudas para la compensación de costes (para, por ejemplo, reducciones de jornadas) están en líneas generales aún por desarrollar y son una de las principales reivindicaciones de las asociaciones de familia europeas.En este campo, la CAPV se sitúa en una situación de vanguardia en Europa, ya que el Decreto 177/2010 regula la compensación parcial de los ingresos no percibidos por haberse acogido a excedencias y reducciones de jornada para hacer frente a situaciones de dependencia o extrema gravedad sanitaria de familiares.En lo que respecta a los recursos y servicios, la situación también es diferente por países, ya que si bien todos los países realizan una oferta de recursos esencialmente comunitaria, en los países del norte y centro de Europa -como Finlandia, Suecia o Austria- combinan en mayor medida recursos de atención fuera y dentro del domicilio.En todo caso, la intensidad de esos apoyos varía, puesto que en general la gratuidad de los servicios es más habitual en el norte de Europa (Finlandia, Noruega) frente a la fórmula de participación de la persona usuaria en el coste del servicio según renta que rige en el centro y sur del continente (Francia, Luxemburgo).En la CAPV se han desarrollado en mayor medida los recursos residenciales y de centros de día, si bien la atención domiciliaria a través del SAD es también relevante (aunque con menores prestaciones que en los modelos nórdicos), con ratios de atención de alta calidad y siendo una de las comunidades en la que se cumple con mayor intensidad la Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia.